El Ejército de Siria confirma su lealtad a Bachar como futuro presidente del país

Rifat el Asad, hermano del presidente sirio fallecido el sábado, Hafez el Asad, reivindicó ayer desde el exilio la presidencia de Siria, oponiéndose al nombramiento de su sobrino Bachar. Con este gesto, Rifat, que se encuentra en Marbella y que podría volver a Damasco en las próximas horas, ensombrece la transición dinástica del régimen sirio y reabre una vieja polémica que el dirigente fallecido creía haber cerrado. Bachar el Asad recibió ayer el espaldarazo del Ejército, que le manifestó su lealtad, y una declaración de apoyo de los Hermanos Musulmanes, uno de los grupos de oposición.

"Rifat el Asad considera que tiene la auténtica legitimidad en Siria y asumirá todas sus responsabilidades nacionales", aseguró ayer a EL PAÍS Al Harehez al Jayer, portavoz oficial del hermano del presidente fallecido, que desde hace más de una década lidera en los dorados exilios de París, Londres y Marbella un activo movimiento de oposición. Rifat el Asad, sobre el que gravita una orden de detención dictada por los jueces de Damasco, fue en los años setenta y ochenta un íntimo colaborador del presidente sirio, asumiendo en ocasiones las tareas más escabrosas y retorcidas del régimen como la dirección de los servicios de espionaje y la represión de la comunidad shií, que se saldó con más de 20.000 muertos. Sus veleidades públicas por suceder a su hermano, enfermo del corazón, provocaron su fulminante caída en desgracia y su exilio europeo en 1986, donde ha venido siendo cortejado por servicios secretos norteamericanos e israelíes.Rifat, dueño de un periódico y de una cadena de televisión por satélite en lengua árabe, desde la que ayer se ofreció en un mensaje a la nación para encabezar un nuevo régimen en Siria al proponer "un nuevo movimiento correctivo" como el que anunció Hafez al Asad al tomar el poder en el país en 1970, es la cabeza visible de una saga familiar famosa por sus escandalosas vidas personales. Estos escarceos han provocado en más de una ocasión que acabaran apareciendo en las primeras páginas de los periódicos o recluidos en las celdas de los juzgados de guardia. Estos incidentes han acabado por mancillar la trayectoria política y personal de Rifat, que en el interior de Siria nunca tuvo grandes seguidores. Perdió su último cargo, el de vicepresidente, hace dos años.

"El doctor Rifat tiene el apoyo del pueblo, del Ejército, de la comunidad internacional y del mundo árabe. Se considera un miembro activo del partido Baaz y ostenta la jefatura del Tribunal de la Patria, el órgano jurídico supremo del país", añadió el portavoz de Rifat, que aseguró que éste podría dirigirse públicamente en las próximas horas a su pueblo y que no descartaba incluso intentar entrar en Siria para asistir a las exequias de su hermano. Rifat pretende iniciar además un proceso de "verdadera democratización" del país y "pasar Siria a la órbita del Oeste".

Los servicios de espionaje y del Ejército tienen "todos los poderes para detener a Rifat y hacer lo que haga falta para impedir que entre en el país", dijo ayer un alto oficial sirio a través del diario saudí Al-Hayat, informa Reuters.

Pero ninguno de los comentarios de Rifat parecen preocupar a la cúpula militar siria, que ayer dio su pleno apoyo a Bachar como futuro presidente del país, fortaleciendo así el espaldarazo de los dirigentes del partido gubernamental Baaz. Los principales mandos militares sirios, entre ellos el ministro de Defensa, general Mustafá Tlas, y el jefe del Estado Mayor del Ejército, general Alí Aslan, se reunieron con Bachar el Asad para "presentarle las condolencias por el fallecimiento del presidente Asad", afirmó el portavoz presidencial sirio, Yobran Korya, según la agencia Efe. "En el encuentro, la delegación militar expresó la lealtad de las Fuerzas Armadas a la política del presidente Asad y manifestó su apoyo a Bachar el Asad", añadió Korya.

También los Hermanos Musulmanes sirios, reprimidos con dureza por el fallecido presidente de Siria, Hafez el Asad, se mostraron abiertos a colaborar con el nuevo líder del país, a pesar de no compartir la manera en que ha sido enmendada la Constitución para permitir la ascensión al poder de Bachar el Asad, según Efe. El Parlamento decidió el sábado rebajar a 34 años (los de Bachar) la edad para acceder a la presidencia, que antes era de 40.

En la línea de solidaridades, Bachar recibió ayer en Damasco el apoyo del secretario general de Hezbolá, la guerrilla shií libanesa. El viaje de Nasrala a la capital siria se interpreta como la renovación de un acatamiento que durante años ha vinculado sus milicias con la presidencia de Siria.

Pero nadie conoce con exactitud con qué apoyos cuenta Bachar el Asad para ser presidente. En medios diplomáticos se espera con expectación el acto oficial del sepelio para saber quién permanecerá al lado de Bachar recibiendo el pésame de los representantes internacionales. Este dato puede ayudar a desvelar el equilibrio de fuerzas en la cúpula del régimen de Damasco, que al parecer se encuentra ahora en manos de un triunvirato constituido por Bachar, mandos del Ejército y las fuerzas de seguridad.Bachar será designado candidato el 25 de junio por el Parlamento, que deberá convocar un referéndum para su confirmación.