Guipúzcoa destina 150 millones a la reforma de una villa donde conviven 66 deficientes psíquicos profundos

La Fundación Uliazpi, organismo dependiente del Departamento de Servicios Sociales de la Diputación de Guipúzcoa, inauguró ayer la reforma de Villa Careaga, donde están internados 66 enfermos mentales profundos. El resto, hasta completar las 203 personas con esta deficiencia psíquica que son atendidas en residencias de Guipúzcoa, se encuentran alojados en los centros de Zizurkil y Hondarribia.La remodelación de Villa Careaga le ha costado 150 millones a la Diputación, que destinará este año 1.398 millones de pesetas (8,4 millones de euros) a financiar los servicios de atención a este colectivo.

Las nuevas instalaciones de Villa Careaga se han adecuado a la "estructura de una vivienda normal, para lo cual se han creado módulos independientes entre sí", afirmó ayer el diputado foral de Servicios Sociales, Máximo Goikoetxea.

La Fundación Uliazpi se ocupa de "mejorar la calidad de vida de estas personas y la de sus familiares", explicó Luis Abalde, miembro de este organismo.

Los tres centros de Guipúzcoa donde conviven las 203 personas con retraso mental grave están dotados con servicios de día y de apoyo familiar, informó Goikoetxea. Los servicios de día atienden a los enfermos durante siete horas al día. Actualmente se ofrecen 22 plazas, aunque desde el próximo mes de agosto se abrirán otras 18 plazas para "aliviar a las familias durante el periodo vacacional". El servicio de apoyo familiar tiene la finalidad de "dar un respiro" a los familiares, que pueden internar a las personas con esta deficiencia durante estancias cortas, desde un fin de semana hasta un mes entero.

La atención a los deficientes mentales profundos en Guipúzcoa surgió por iniciativa de Atzegi, la Asociación Guipuzcoana pro Subnormales. En 1989, la Fundación Uliazpi, constituida por mandato de las Juntas Generales de esta provincia, comenzó a prestar este servicio de atención en residencias. La razón por la que adquirió esta denominación es que la Villa Uliazpi, en San Sebastián, fue el centro donde ingresó el primer niño deficiente el 1 de septiembre de 1967.