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La mafia china usaba a cuatro médicos para regularizar a inmigrantes

La policía ha detenido a cuatro médicos, tres de Madrid y uno de Tenerife, que por encargo de la mafia china expedían certificados falsos para justificar la estancia en España de los inmigrantes asiáticos con anterioridad a junio de 1999. De esta forma, los extranjeros podían acogerse a lo dispuesto en la nueva Ley de Extranjería, que establece que para regularizar su residencia tienen que acreditar su estancia en nuestro país en fechas anteriores a junio del pasado año, según la Jefatura Superior de Policía. Los cuatro facultativos, de medicina general y sin relación entre ellos, pasaban consulta en sus domicilios privados de La Moraleja, Chamartín y Centro. Allí amañaban los certificados tras percibir por cada uno de ellos entre 15.000 y 20.000 pesetas de la organización china, que a su vez cobraba unas 60.000 pesetas a los extranjeros por la manipulación de los documentos.Junto a los cuatro médicos se ha detenido a 11 chinos que controlaban dos poderosas organizaciones dedicadas a la inmigración ilegal. Las dos bandas, enfrentadas entre sí, introducían a inmigrantes a cambio de dos millones de pesetas. Tras conseguir regularizar sus permisos de trabajo con la colaboración de los médicos, la mafia colocaba a los chinos en la venta ambulante de rosas y en talleres clandestinos de confección de la periferia de Madrid.

Los cuatro facultativos implicados han sido puestos en libertad con cargos tras prestar declaración ante los agentes, que les imputan un delito de falsificación de documentos y otro de favorecer la inmigración ilegal. Todos han confesado que ejercían esta actividad ilegal, aunque se defienden bajo el pretexto de que "trataban de contribuir a una labor humanitaria y solidaria".

La policía ha comunicado al Colegio de Médicos las infracciones descubiertas, que van a derivar en la apertura de varios expedientes. La comisión deontológica se reunirá la próxima semana. Este órgano podría determinar incluso su inhabilitación profesional.

El grupo III de la Brigada de Extranjería y Documentación, encargado del caso, sospecha que puede haber más médicos implicados en este oscuro negocio que manejaban las bandas denominadas Cabeza de Serpiente.

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Las mafias chinas establecidas en Madrid se han adueñado de la venta callejera de rosas

VIENE DE LA PÁGINA 1 La investigación que ha conducido a la detención de los médicos comenzó el pasado septiembre, cuando la policía siguió las pesquisas de varias reyertas entre chinos por la venta ambulante de rosas en Gran Vía y la zona centro. Los agentes descubrieron que dos bandas chinas se dedicaban a amenazar y agredir a otros inmigrantes que vendían rosas por su cuenta. En 30 días fueron apaleadas tres mujeres y dos hombres. Según los investigadores, los integrantes de la mafia "limpiaron las calles a golpes, ya que el negocio de la venta de rosas es muy suculento. Cada flor cuesta unas 20 pesetas y se vende por 200 o 300 pesetas. En una noche, un vendedor puede llegar a ganar hasta 10.000 pesetas".

Estas dos bandas, según la policía, lograron también expulsar a vendedores de flores de otras nacionalidades y últimamente se disputaban el territorio entre ellas, ya que, al parecer, obtenían pingües beneficios.

Dos millones

Según la policía, las dos bandas consiguieron adueñarse del filón del comercio de las rosas para colocar a los inmigrantes que introducían clandestinamente en España. La organización delictiva les cobraba a cada uno de ellos unos dos millones por el viaje y la estancia.

Tras las pesquisas, la Brigada de Extranjería identificó a los cerebros que dirigían los dos clanes, denominados Cabeza de Serpiente. También se descubrió el lugar de residencia de los miembros de las bandas: cuatro pisos en el número 43 de la calle del General Ricardos (Carabanchel), así como un taller textil que uno de los cabecillas poseía en el número 31 de la calle de Santoña, en el mismo distrito.

Además de dedicarse al taller de confección y al control de la venta de rosas, los dos grupos mafiosos empezaron a enviar a compatriotas sin papeles a casas particulares de facultativos, según los investigadores.

Al tiempo, la policía obtenía autorización judicial para registrar las cuatro viviendas y el taller clandestino. En la redadafue detenido Yinying Z, alias Elena, de 47 años, Xinming J., de 49, Jianying Z., de 44 años; Liuying Z., de 34; Linfeng Ch., de 36; Zu M.Y., de 26, y Liping J., de 21 años.

También encontraron pasaportes, tarjetas de trabajo y residencia, fotocopias de estos documentos, fotografías de tamaño carné, así como más de medio millón de pesetas y billetes falsos de 5.000 y 2.000 pesetas. Por último, hallaron certificados médicos oficiales expedidos por cuatro médicos (tres residentes en Madrid y el cuarto en Santa Cruz de Tenerife). Los agentes vigilaron durante varios días a los médicos sospechosos. Cada tarde entraban varios ciudadanos chinos, a los que se les daban certificados médicos fechados antes de junio de 1999.

El pasado lunes se detuvo en Madrid a los médicos María del Mar E.C., de 41 años; Isaac S.C., de 46; Francisco N.B., de 55, y en Tenerife, a José G.D., de 55. Uno de los facultativos es ginecológo y el resto especialistas en medicina general. La policía calcula que manipularon unos trescientos certificados.

El proceso de regularización de inmigrantes indocumentados, abierto del 21 de marzo al 31 de julio, ha desbordado todas las previsiones, según informa Begoña Aguirre. Hasta el pasado 22 de mayo, un total de 126.889 extranjeros habían solicitado un permiso de residencia en toda España dentro de este procedimiento especial, y todavía el plazo permanecerá abierto dos meses más. El Gobierno cifraba en 80.000 los inmigrantes que iban a regularizarse con este sistema, cifra que se ha visto ya superada.

En Madrid se han presentado ya 36.000 peticiones, según aseguró ayer el sindicato CCOO, cuando se estimaba que en todo el proceso, hasta julio, iba a haber 30.000.

Este procedimiento especial sólo va dirigido a aquellos inmigrantes que están en España antes del 1 de junio de 1999, no a los que han llegado después. Esa necesidad de acreditar que ya habían entrado en el país antes del 1 de junio del año pasado es la que puede llevar a los inmigrantes a recurrir a personas que venden certificados falsos que demuestren la estancia previa a esa fecha.

Otro de los requisitos exigidos es tener solicitado un permiso de trabajo o residencia antes del 31 de marzo o haber sido titular de uno de ellos en los últimos tres años.

Investigación

Por otro lado, el concejal de Servicios Sociales de Collado Villalba, Tomás Alberich, del PSOE, pidió anoche a la Delegación del Gobierno en Madrid que investigue la propaganda difundida por una asesoría local en la que anima a los inmigrantes a legalizar su situación en nuestro país antes de la supuesta entrada en vigor de la Ley de Extranjería.

Según declaró Alberich a Efe, el asunto requiere un seguimiento policial del que no se pueden hacer cargo los servicios sociales del Ayuntamiento, ya que los inmigrantes "han denunciado que les piden 50.000 pesetas en dos plazos por tramitar su legalización aun sabiendo que no cumplen los requisitos".…]

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