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Un historiador dice haber hallado el documento catalán más antiguo

Cebrià Baraut, historiador y monje de la Abadía de Montserrat, ha hallado casualmente en el Archivo Capitular de La Seu d'Urgell el fragmento de un pergamino manuscrito que data del 1150. Éste es, pues, el texto en catalán más antiguo que se conoce, previo incluso a las célebres Homilies d'Organyà. Baraut y el lingüista Josep Moran han publicado en el anuario de la Sociedad Urgelitana, Urgellia, que se empezó a distribuir ayer, un artículo en el que defienden que el fragmento de manuscrito hallado por el monje es el texto conservado más antiguo en catalán y que forma parte de una traducción del documento jurídico latín Liber Iudicorum.El medievalista Baraut explicó que encontró el manuscrito hace unos meses y de manera casual, mientras examinaba en el Archivo de La Seu un libro del siglo XIV cuya cubierta era un pergamino antiguo, hecho bastante habitual porque antiguamente se utilizaban estos documentos para confeccionar las tapas de los volúmenes. El pergamino de la cubierta resultó ser un fragmento manuscrito del Liber Iudicorum, códigos visigóticos que se utilizaban en los juicios y cuyo original era en latín, procedente del municipio de Conques (Pallars Jussà) y escrito en una minúscula letra carolingia. La reutilización del pergamino como cubierta de libro ha comportado que su anverso esté bastante estropeado y que el reverso se conserve en mejor estado, aunque la tinta de esta parte está corrida en un extremo que probablemente estuvo afectado por el agua. Baraut abordó de inmediato el estudio paleográfico del texto y encargó a Moran la investigación del manuscrito desde el punto de vista lingüístico: ambos coincidieron, por separado, en datar el documento en el año 1150 aproximadamente y en atribuirle el mérito de ser el más antiguo, según ha explicado el monje.

Escritura carolingia

El documento es incluso unas décadas más antiguo que las Homilies d'Organyà -consideradas hasta hoy el texto más antiguo en catalán-, que se redactaron hacia finales del siglo XII o principios del XIII y que, supuestamente, constituyen la adaptación catalana de algún sermonario provenzal. El estudio de Baraut apunta que el tipo de letra del texto de La Seu está "muy poco influida por la escritura gótica" y que "se acerca más a la minúscula carolingia que a la protogótica", de lo que el medievalista deduce la antigüedad del documento. El historiador cree que el fragmento se podría corresponder con una traducción contemporánea a una supuesta versión catalana de los Usos de Barcelona, llevada a cabo durante el reinado de Ramon Berenguer IV, de 1131 a 1162, hipótesis que abona el contenido de los códices jurídicos. Por su parte, Moran defiende en su estudio lingüístico que el texto data de la primera mitad del siglo XII, ya que su léxico es más arcaico que el que presentan los documentos en catalán escritos en ese siglo, la mayoría de los cuales procede del obispado de Urgell.

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