Condenados los organizadores de una procesión en la que estalló un cohete

El Tribunal Supremo ha condenado al Ayuntamiento de Órgiva (Granada), a una cofradía religiosa y a un cohetero por la explosión, en 1987, de un artefacto pirotécnico en Órgiva que causó la amputación de la pierna a un vecino, heridas a 18 personas y daños materiales en 60 propiedades. Todos los lesionados, salvo el más grave, desistieron de reclamar indemnización en el curso del proceso judicial, que ha durado trece años.La explosión se produjo al alcanzar un cohete un ingenio pirotécnico denominado colmena durante la procesión del Cristo de la Expiración. La deflagración arrancó la pierna a un espectador, José Pino, ya fallecido. Sus hijas cobrarán ahora la indemnización de 8 millones, según informó el abogado Miguel Ruiz de Almodóvar.

La sentencia señala que el cohetero, Antonio Álvarez, pudo haber evitado el accidente con "una mínima diligencia". El Supremo condena también a la cofradía por ser organizadora tanto de los actos religiosos como de los festivos. El Ayuntamiento, por su lado, conocía los riesgos de un desfile durante el cual explosionaba abundante pirotecnia.