Mueren las dos siamesas peruanas al intentar separarlas Los médicos de Palermo fracasaron tras nueve horas de intervención quirúrgica
La delicada intervención quirúrgica iniciada a medianoche del viernes en Palermo para salvar la vida de una de las dos niñas siamesas peruanas unidas por el tórax se saldó a las nueve de la mañana de ayer con un fracaso absoluto. Marta y Milagros, las dos pequeñas de apenas cuatro meses, murieron pocas horas después de que el cardiólogo Carlo Marcelletti reconstruyera el corazón de Marta a costa de su hermana Milagros.
Un equipo de 26 profesionales comenzó a operar apenas pasada la medianoche del viernes. El empeoramiento de las pequeñas, que llegaron desde Perú hace una semana, obligó a Marcelletti a adelantar la intervención prevista para el lunes próximo. El cardiólogo prefirió comenzar a medianoche la intervención, llevado por la superstición. "Mis operaciones más difíciles y exitosas las inicié siempre a esa hora", explicó a los periodistas que no abandonaban el hospital Cívico, una especie de plató con divos del periodismo y autoridades civiles y religiosas.Las cámaras recogieron con precisión morbosa, a las 3.00 horas, la llegada de un féretro blanco para Milagros, la gemela siamesa que los médicos (y la madre de las niñas) habían decidido sacrificar para salvar a la hermanita, Marta. La reconstrucción del corazón de Marta duró 28 minutos. Después fue separado el hígado, en realidad dos órganos hepáticos unidos, y por último el intestino. Milagros ya había dejado de existir. A Marta se la reconstruyó luego el tórax.
Pero el pequeño corazón, reconstruido con las más modernas técnicas, no era capaz de hacer circular la sangre. "No ha sido posible salvarla", dijo ante las cámaras Carlo Marcelletti horas después. Los esfuerzos médicos han servido para poco, aparte de potenciar la imagen de Palermo, uniendo la ciudad a un asunto humanitario. "Pese a todo, lo volvería a repetir", declaró el cardiólogo.
Sicilia ha pagado al padre y al hermanito de las dos niñas el pasaje desde Lima (más de 700.000 pesetas que la KLM no se decidió a costear). La madre, Marta Milagros Pascual, de 22 años (que llegó a Palermo hace apenas una semana, con la ayuda económica de Intervida, ha pedido que les dejen a todos en Palermo y le den un trabajo a su marido, Franklyn. La caridad de la capital siciliana no puede terminar, piensa, con una seca despedida en el aeropuerto, ante dos féretros.
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