"Es importante ser siempre críticos con la realidad"
A todo el mundo le gusta contar historias o, por lo menos, escucharlas. Y cuando la historia es buena no es demasiado relevante si es falsa o es real. Lo importante es que contenga alguna verdad. Tracy Chapman, que la próxima semana inicia una gira por España, acaba de publicar un nuevo disco titulado así, Telling stories (Contando historias), en el que intenta contar la suya de la única manera que sabe: cantando."Todos los letristas cuentan historias", dice. "Algunas parten de una experiencia real y muchas son una combinación de hechos reales y ficticios. Creo que es la forma en que todos describimos y tratamos de comprender nuestra propia vida. Cada día escribimos la historia de nuestra propia vida. No sé si alguna gente busca deliberadamente establecer una verdad a través del relato, pienso que es algo que surge por sí solo. Una canción como Unsung psalm fue, desde el principio, sobre una persona que quería seguir con su vida, ser libre, encontrar oportunidades y ser feliz. Al final, creo que sólo hay unas pocas historias que se siguen contando a través de los tiempos", afirma.
Las canciones tienen la virtud de tocar fibras sensibles, pero Tracy Chapman también pretende dirigirse a la mente del que las escucha. En su nuevo trabajo sigue habiendo espacio para la crítica social, como la indiferencia de la policía ante las denuncias de los malos tratos a las mujeres. "La música es un buen medio para llegar directamente a la sensibilidad, aunque creo que la danza y el teatro también lo son", dice.
A veces, el equilibrio entre la música y la letra, aunque por separado no tengan mucha entidad, puede lograr una hermosa canción. "En la universidad estudié también etnomusicología, y eso me ayudó a acercarme a la música de otras culturas, y muchas de ellas estaban en idiomas que no podía entender. Aun así me llegaba con claridad la belleza y el mensaje que llevaban, a través de la línea melódica o de la voz".
Pero Tracy Chapman es norteamericana y su mundo musical tiene ciertos límites. "En Estados Unidos no se escuchan demasiado las músicas de otros países, como puede suceder en Europa", afirma. "Hubo momentos en la música popular cuando algún grupo tuvo particular impacto, como ahora con Buena Vista Social Club, o lo que sucedió con Graceland de Paul Simon y la música de Suráfrica. Pero eso no suele durar demasiado. Las listas de ventas siguen encabezadas por artistas norteamericanos".
Tracy Chapman no se prodiga demasiado. Después del éxito de su primer disco, ha pasado épocas alejada de la vida pública y tampoco ha querido estar entonces demasiado expuesta. "No es que yo trate de apartarme. Es lo opuesto, procuro no estar en el centro de atención de los medios. Yo vivo una vida normal. Tener cierta presencia en los medios es importante para una carrera como la mía, pero me gusta poder salir a la calle y hacer la compra sin que me persigan. Es sólo eso, no que la fama me asuste". Sus canciones no son pesimistas, pero tampoco caen en cierto optimismo ingenuo. "Es importante ser siempre críticos con lo que pasa alrededor", dice. "Y no para juzgar a la gente, se trata simplemente de no aceptar todo lo que te dan sin cuestionarte qué hay detrás. Hay que tratar de ver las cosas por uno mismo y llegar más allá de las apariencias y decidir qué es lo que más te interesa a ti como persona".
La cantautora inicia una gira por España en los próximos días. Ha elegido teatro en vez de salas de fiesta para la presentación de su nuevo trabajo. Su primera actuación será en Madrid (teatro Apolo) el día 29, continuará en Murcia (teatro Murcia) el 30, y el 31 lo hará en Barcelona, donde ante la demanda de entradas se celebrará en el Teatre Tívoli en lugar del Teatre l'Aliança del Poble Nou.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.