Una exposición analiza la evolución del trabajo a lo largo de la historia El CCCB de Barcelona presenta el montaje hasta el 17 de septiembre
La globalización de la economía está empujando a la humanidad hacia unas formas de trabajo diferentes de las heredadas de la sociedad industrial. La evidencia de esta ruptura con el pasado más reciente y los interrogantes que se abren hacia el futuro constituyen el punto de partida de la exposición Las culturas del trabajo, abierta en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB) hasta el 17 de septiembre.
La exhibición, ideada por el mismo director del centro, Josep Ramoneda, está coproducida por el proyecto francés Mission 2000 y se podrá visitar simultáneamente en el Musée du Bassin Houllier de Forbach. En febrero del año que viene abrirá sus puertas en la Cité des Sciences et de l'Industrie, en la Villette de París. El próximo lunes, el CCCB acogerá un simposio dirigido por el catedrático de sociología de la Universidad de Berkeley Manuel Castells, en el que se tratará, durante dos días, de la adaptación del mundo de la empresa y del trabajo al contexto de la nueva economía. "Toda la exposición gira alrededor de las culturas del trabajo", explicó ayer Ramoneda en su presentación. "Sencillamente, se pretendía poner de relieve que el trabajo, un elemento determinante desde la revolución industrial, es un factor generador de cultura. Como mínimo, en tres niveles: organizativo, simbólico y socializador", continuó. En los tres niveles, el protagonista es el trabajador, los hombres y mujeres que, desde la expulsión de Adán y Eva del paraíso, se tienen que ganar el pan con el sudor de sus frentes, como recuerda la cita del Génesis que se encuentra nada más empezar el recorrido.
Las culturas del trabajo está pensada como exposición temática, aunque está estructurada en tres tiempos -pasado, presente y futuro-, flanqueados por un prólogo y un epílogo. El apartado del pasado, de la memoria, es el que más espacio concentra de toda la exposición. En él se han construido cinco ámbitos escenográficos que recrean el orden industrial (la fábrica), las migraciones por motivos económicos, la burocracia (las oficinas), las condiciones del trabajo y la formulación de teorías utópicas y distópicas por parte de pensadores y escritores, desde Babeuf y Saint-Simon hasta Cioran, pasando por Marx. Utopías y distopías, cara y cruz del pensamiento acerca del progreso, dan paso a una instalación audiovisual de Mariona Omedes y Javier Deudero sobre el presente del trabajo. Se trata de la proyección de la jornada laboral, comprimida en seis minutos, de ocho personas de distintas partes del mundo que comparten el mismo uso horario, de Noruega hasta la República Centroafricana. Una instalación en forma de laberinto sobre la actual transformación del mercado laboral -marcada por la aceleración tecnológica y la necesidad de un reciclaje constante- da paso a la especulación sobre el futuro.
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