"Eliminar la deuda externa depende del movimiento ciudadano"

Eric Toussaint es un belga de 45 años con vocación universal. Además de luchar por la igualdad desde la presidencia del Comité por la anulación de la deuda del Tercer Mundo, se ha convertido en escritor de éxito. Su obra Deuda en el tercer mundo: las finanzas contra los pueblos se ha traducido a seis idiomas y contiene la esencia de su pensamiento. El jueves pasado explicó sus tesis en Vitoria con la conferencia Quebrar el círculo infernal de la deuda externa.Pregunta. ¿Cuánto pesa la deuda externa a los países pobres?

Respuesta. El reembolso de la deuda para los países del Tercer Mundo es un obstáculo tremendo para cualquier desarrollo, tanto económico como humano. Las responsabilidades de los países del Norte, de las instituciones financieras privadas y de las multinacionales en el endeudamiento es enorme. Las supuestas soluciones actuales no son suficientes porque abarcan a un número de países muy limitado y a una parte marginal de su deuda externa. Cuando el año pasado en la cumbre del G-7 en Colonia y en la reunión del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional en Washington se anunció la anulación del 90% de la deuda, se creo sólo una cortina de humo para convencer al gran movimiento ciudadano que se está movilizando. Un año después, las medidas tomadas alcanzan el 0,5% de la deuda del Tercer Mundo.

P. ¿En cuánto está cifrada esta deuda en la actualidad?

R. Si se toma en cuenta a los países del Este dentro del Tercer Mundo, alcanza los dos billones de dólares.

P. ¿En qué estados la situación es más acuciante, y cuáles son sus acreedores principales?

R. México, Brasil o Corea del Sur, para hablar de los más desarrollados del grupo, hasta Uganda, Mozambique o Ruanda están entre los más empobrecidos. Los acreedores son el G-7 más Bélgica, Holanda. España y Suiza.

P. Usted define la deuda como un instrumento de control.

R. El endeudamiento tiene dos ejes. Es un elemento de subordinación para los países implicados, y es un modo de transferencia de riquezas generadas por los pequeños productores. El reembolso de la deuda externa en el año 98 supuso 250 millones de dólares, y la ayuda al desarrollo alcanzó los 40 millones de dólares. Es decir, pagaron por su deuda seis veces más de lo que recibieron como ayuda.

P. ¿Qué perspectivas existen para que se renuncie a cobrar la deuda?

R. Todo depende del movimiento ciudadano, de la presión, y ésta es bastante fuerte. El año pasado se lograron recoger 22 millones de firmas en todo el mundo, y se llevaron a cabo campañas como la consulta popular que se desarrolló en España. Es un movimiento que cuaja y que tanto aquí como en otros países del Norte se está extendiendo.