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García-Castellón será el juez de enlace en París para la cooperación antiterrorista

El titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, Manuel García-Castellón, se incorporará con carácter inmediato a París como juez de enlace para agilizar la cooperación bilateral en la lucha contra el terrorismo. El juez aceptó ayer el ofrecimiento que le hizo el ministro de Justicia, Ángel Acebes, y será nombrado el viernes por el Consejo de Ministros. La designación del juez de enlace español llega con casi cuatro años de retraso y se produce en vísperas de la cumbre hispano-francesa que hoy se celebra en Santander, presidida por Jacques Chirac y José María Aznar.

El Consejo de Ministros nombrará el viernes a García-Castellón a propuesta de los titulares de Justicia, Ángel Acebes, y Asuntos Exteriores, Josep Piqué. Su nueva tarea obligará al instructor del caso Banesto a dejar su juzgado en la Audiencia Nacional.García-Castellón pasará a la situación de servicios especiales y se trasladará a París, donde tendrá un despacho en el Ministerio de Justicia francés, aunque también se le reservará otro en el departamento de Justicia español.

Su misión consistirá en agilizar el intercambio de información entre los jueces españoles y franceses, evitando que el exceso de burocracia o la falta de concordancia entre las respectivas legislaciones retrase la tramitación de las peticiones de auxilio judicial o las demandas de extradición. También podrá participar en los interrogatorios a los detenidos, sin esperar a que se cursen las comisiones rogatorias.

Paradójicamente, aunque el Gobierno español era el más interesado en el buen funcionamiento de este mecanismo de coordinación, por su influencia sobre la eficacia de la lucha contra ETA, ha tardado casi cuatro años en ponerlo en marcha.

El juez Badie, en Madrid

El intercambio de jueces de enlace lo acordaron ambos Gobiernos en diciembre de 1996. En junio de 1997, el Ejecutivo francés cumplió con su parte y designó al magistrado François Badie, quien se incorporó a Madrid. Sin embargo, el puesto reservado en París a su homólogo español sigue todavía vacante.

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Fuentes de La Moncloa atribuyeron ayer a "problemas administrativos", que no pudieron detallar, el retraso de la designación del juez español. Tampoco en el departamento de Justicia, cuyo titular acaba de incorporarse, supieron dar una explicación.

En una entrevista publicada ayer por EL PAÍS, la ministra de Justicia francesa, Élizabeth Guigou, recordaba que ella designó en su momento a un magistrado francés que "está destacado en el Ministerio de Justicia español, en el que ha sido bien acogido y en el que se ha integrado".

"Ya hay un juez francés en Madrid", agregaba. "Ahora espero que tengamos pronto un magistrado español destacado en París [...], lo deseo fervientemente porque pienso que eso serviría para mejorar aún más las relaciones de cooperación judicial".

No obstante, la ministra advertía de que, en contra de la pretensión de las autoridades españolas, "bajo ningún concepto se debe concentrar el trabajo de ese juez en los casos de terrorismo: hay que ocuparse de todo, de los problemas de derecho común".

El intercambio de jueces sigue el modelo aplicado por las fuerzas de seguridad. Desde hace años, la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía cuentan con agentes de enlace en la comisaría de Pau, en el sur de Francia, mientras que la policía francesa tiene representantes en Madrid. Esta línea caliente entre cuerpos policiales ha sido decisiva en las operaciones desarrolladas contra ETA en Francia.

En la Audiencia Nacional García-Castellón ha instruido numerosos sumarios contra ETA, como los referidos al atentado contra Aznar o el asesinato de Miguel Ángel Blanco. Su conocimiento del terrorismo y su buena relación con los jueces franceses han sido decisivos, según fuentes de Justicia, para su nombramiento. Aunque conservará la plaza, García-Castellón será sustituido al frente del juzgado central número 6, mientras esté en París, por otro juez en comisión de servicios. Se da la circunstancia de que también él llegó a la Audiencia Nacional como interino.

El nombramiento del juez de enlace español en París permitirá hoy al presidente español, José María Aznar, acudir a la cumbre hispano-francesa de Santander con los deberes hechos. El reforzamiento de la cooperación antiterrorista, en un momento en que ETA ha dado por rota su tregua y se ha lanzado a una sangrienta ofensiva, estará presente en las entrevistas sucesivas que Aznar mantendrá con el presidente francés, Jacques Chirac, y con su primer ministro, Lionel Jospin. También acudirán al Palacio de la Magdalena los dos ministros del Interior, Jaime Mayor y Jean Pierre-Chevènement.

Mayor también se reunirá en breve con su colega belga, Antoine Duquesne, según anunció ayer en Bruselas el nuevo ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, quien participó por vez primera en el Consejo Europeo de Asuntos Generales, informa Bosco Esteruelas.

El instructor de Banesto y Gil

Manuel García-Castellón alcanzó la fama en 1999 como el juez del caso Atlético, en el que está procesado y en libertad bajo fianza de 100 millones de pesetas el alcalde de Marbella y presidente del club Atlético de Madrid, Jesús Gil y Gil. García-Castellón, tras una querella de la Fiscalía Anticorrupción, abrió un procedimiento por delitos de estafa, apropiación indebida, falsedad y delito societario contra Gil, embargó las cuentas y las acciones del club, registró la sede social y nombró el 21 de diciembre de 1999 a Luis Manuel Rubí Blanc como administrador judicial, sustituyéndole cuatro meses después por un interventor y devolviendo el club a Gil poco antes de que bajase a Segunda División. Pero Manuel García-Castellón García-Lomas, nacido en Valladolid hace 47 años, de los que ha pasado 18 en la carrera judicial, titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, ya era conocido por los lugares en los que había pasado. Miembro de la Asociación Profesional de la Magistratura, García-Castellón se inició como juez de distrito. Estuvo destinado en Marquina (Vizcaya) y Medina del Campo y en 1984 fue juez de vigilancia penitenciaria en Palma de Mallorca. De allí pasó al juzgado de Instrucción número 2 de su ciudad natal. En junio de 1992 se ocupó de la investigación de la violación y asesinato de la joven Olga Sangrador. El juez hizo una reconstrucción de los hechos en el lugar en que fue encontrada la víctima y en la que participó el presunto asesino, que confesó su culpabilidad.

En 1994 llegó a la Audiencia Nacional para descongestionar de trabajo el juzgado de delitos económicos del que era titular Miguel Moreiras. Poco después se hizo cargo del juzgado número 6 y le tocó la instrucción de la querella de la Fiscalía contra Mario Conde por el caso Banesto. García-Castellón procesó al ex presidente de Banesto y otras 11 personas, cinco de las cuales han sido condenadas recientemente. Conde ha sido condenado a 10 años y dos meses de prisión.

Miembro de la Comisión de Policía Judicial, García-Castellón ha sido el juez instructor de varios casos de terrorismo como el atentado de ETA contra José María Aznar cuando todavía era jefe de la oposición o el asesinato del concejal del PP de Ermua (Vizcaya) Miguel Ángel Blanco.

Otro caso que inició García-Castellón es el proceso por genocidio, terrorismo y torturas contra el ex dictador chileno Augusto Pinochet, aunque el asunto pasó posteriormente a Baltasar Garzón por haber comenzado antes un proceso relativo al Operativo Cóndor.

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