Sin presencia ni trapío

"Esta corrida no pasa el reconocimiento". Era el comentario general de los visitantes de la Venta del Batán cuando se acercaban a asomarse al recinto donde se exhiben los toros de la ganadería de El Pilar. Y es que esta corrida, que está destinada a ser lidiada el día 26, está muy mal presentada. Se van a ver con ellos Eugenio de Mora y El Juli, junto a Luguillano, que se ha ganado, con su actuación del día 21, el puesto que deja vacante Espartaco. Por segunda vez en esta Feria de San Isidro se ha traído para El Juli un encierro de escaso trapío. Ya se caracterizaron los toros de Samuel Flores, en la tarde de su confirmación, el pasado miércoles, día 17, por la comodidad de sus cabezas. Ahora se le ha preparado una corrida totalmente anovillada, descolgada de carnes y muy reducida de pitones. Todo impropio de Las Ventas. Únicamente el número 63 tiene un pelín de apariencia, porque es el más largo de todos. Pero no impone ningún respeto.

Cuatro toros de El Pilar se lidiaron en la corrida de Beneficencia del año pasado y no se caracterizaron, ni mucho menos, por aquel buen juego que dieron en su presentación en Las Ventas el año 1991, cuando adquirieron la antigüedad. Los toros de El Pilar, propiedad de Moisés Fraile, proceden de las vacas y sementales de Aldeanueva que tuvo Matías Bernardos. Mucho nos tememos que si, por fin, salen al ruedo el día 26, terminen rodando por el suelo.

"Están demasiado gordos. Seguro que no se van a mover". Ahora, los comentarios del aficionado que llega a la corraleta donde están los toros de Los Bayones son que la corrida viene atacada de carnes. Allí están, todos bajitos, gordinflones y sin mucha caja. Sobre todo uno, el número 68, gordísimo, acochinado, fuera del tipo de la ganadería. Ni siquiera tiene cuello. Un número 60 tiene seriedad de cara y el más reducido es un toro burraco marcado con el número 87. Un toro corto, de astas bien dirigidas.

El hierro de Los Bayones es muy conocido del público madrileño, que año tras año los ve salir al ruedo de Las Ventas en cada feria. En la del año pasado sólo se lidiaron cuatro, pues casi siempre suele ser devuelto alguno por invalidez. Éstos los van a matar el día 24 Finito de Córdoba, Uceda Leal y Gómez Escorial, en sustitución de Vicente Barrera.

"¡Vaya pitones! Por lo menos miden un metro de punta a punta". Es el comentario de los mirones parados ante los toros del Conde de la Corte y de María Olea. Lo dicen porque hay un impresionante morlaco exageradamente corniabierto, que bien podría tener la longitud a la que se refieren los curiosos.Estos toros condesos son esperados siempre con expectación por la afición de la plaza de Las Ventas. Los vimos el año pasado y con ellos estuvo hecho un león Pepín Liria y se jugó el pellejo José Tomás.

Este año, los toros del Conde de la Corte y de María Olea vienen muy en el tipo de este hierro. No es una corrida con alzada ni tampoco está gorda. Reducidos de caja y con cabezas desiguales. Pero hay algunos muy bien armados. Puede decirse que aquí lo que manda son las astas. Aunque el número 107 está romo y el 102 es el menos espectacular. Van a ir a las manos de Manolo Sánchez, Javier Vázquez y Dávila Miura, el día 28.

Hoy tenemos la novillada de El Torreón. Estos novillos son de procedencia Domecq y vienen muy igualados. No destaca uno sobre otro y su presentación es la correcta para una plaza tan exigente como la madrileña. Se trata, en suma, de lo que se conoce por una novillada "bonita"y su encaste supone una garantía para los tres novilleros a los que van destinados. Una vez más, como ocurrió con los satacolomas del hierro de La Quinta, la empresa destina a los novilleros una divisa de prestigio.

La corrida de hoy, 14ª de abono. Novillos de El Torreón para Víctor de la Serna, Sebastián Castella y Javier Castaño. A las siete de la tarde.