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El PP destina 3.700 millones para reconvertir el cuartel de Daoiz y Velarde tras años de promesas.

En las naves se montará la Junta Municipal de Retiro, un centro cultural y un polideportivo

Antonio Jiménez Barca

La próxima comisión de Urbanismo examinará destinar 3.700 millones de pesetas a convertir el viejo cuartel de Daoiz y Velarde, en el distrito de Retiro, en un polideportivo, en un centro cultural y en la nueva sede de la Junta Municipal de Retiro. En 1994, el alcalde, José María Álvarez del Manzano, prometió lo mismo, pero el Ayuntamiento, hasta ahora, nunca había comprometido los fondos. La junta municipal estará terminada, según el edil de Vivienda y Rehabilitación, Sigfrido Herráez, a mediados de 2001. El polideportivo y el centro cultural, en 2002.

El Ejército donó al Ayuntamiento, en 1990, estas naves protegidas. Desde que pasaron a manos municipales, los responsables del Ayuntamiento han buscado muchos usos para este complejo: sede de Telemadrid, centro de minicines...Ya con Álvarez del Manzano al frente del Ayuntamiento, en 1994, y con Juan Antonio Gómez-Angulo (actual secretario de Estado para el Deporte) como concejal de Retiro, el equipo de gobierno decidió transformar las naves en un gran polideportivo y en la moderna sede de la junta municipal. Se prometió, pero no se aportó dinero.

Las intenciones del por entonces concejal de Obras, Enrique Villoria, pasaban por que una empresa privada se comprometiera a sacar las obras adelante a cambio de gestionar después las instalaciones. Pero a nadie parecían interesarle. Una de las condiciones, que las naves no se tocaran debido a su valor histórico, echaba para atrás a los constructores.

Mientras tanto, el lugar iba deteriorándose progresivamente. Las naves fueron nido de okupas y mendigos durante varios meses y hasta sufrieron varios incendios. Los vecinos de la zona de la avenida de la Ciudad de Barcelona no cejaban de reclamar al Ayuntamiento que cumpliera sus promesas, denunciando que el distrito de Retiro es uno de los que tienen menos zonas deportivas de la capital.

En la última campaña electoral, José María Álvarez del Manzano volvió a visitar las naves abandonadas y volvió a repetir la promesa delante de los vecinos. El concejal de Urbanismo, Ignacio del Río, se apresuró, tras el triunfo del PP, a convocar un concurso para llevar a cabo la vieja promesa. Pero las condiciones eran las mismas que en años anteriores: las empresas interesadas deberían elaborar un proyecto para los 24.000 metros cuadrados que ocupan las naves y proyectar un 50% para pistas deportivas, un 25% para tiendas y comercios y un 25% para una cadena de cines. Los privados pagarían las obras y explotarían las concesiones. Sólo una empresa se presentó. Pero tampoco aportó un proyecto que gustara al Ayuntamiento. Así que el concurso se declaró desierto.

Al final, el Ayuntamiento ha decidido aportar el dinero necesario para llevar a cabo la obra y olvidarse de la iniciativa privada. Los 3.700 millones de pesetas que salen de las arcas del municipio los gestionará la Empresa Municipal de la Vivienda (EMV). Y el miércoles se adjudicará previsiblemente la primera parte de los trabajos: la sede de la Junta Municipal de Retiro, que hoy está dentro del parque. Según los cálculos de Herráez, concejal de Vivienda, las obras de la junta municipal estarán terminadas a lo largo del año que viene. Del diseño se ocuparán arquitectos del Ayuntamiento.

Para proyectar el polideportivo y el centro cultural se buscarán arquitectos ajenos "y, mediante concurso público, se perseguirá algo especial", según Herráez. El concurso se adjudicará a finales de año, con lo que las obras estarán terminadas a lo largo de 2002.

El edil de Vivienda ha pedido al Instituto Municipal de Deportes (IMD) que especifique qué canchas es necesario construir y a qué deportes hay que dedicarse con preferencia.

Según Herráez, "es cierto que se tardó en la legislatura anterior en decidirse cómo hacer el polideportivo", pero, a su juicio, "en esta legislatura no se ha tardado más de lo necesario: se convocó un concurso, se declaró desierto y ahora se compromete el dinero".

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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