Hyssopus camina entre el 'hardcore' y el 'metal' en su segundo elepé

Aunque generalizar no es recomendable en la mayoría de las ocasiones, puede afirmarse sin miedo a equivocarse que Euskadi es una comunidad donde las vertientes más duras del rock tienen un gran calado. La veracidad de dicha aseveración puede comprobarse regularmente echando una ojeada a la cartelera de conciertos, pero también resulta un buen método atender a las grabaciones de los grupos vascos. Así, siguiendo la segunda fórmula, uno se encuentra con ejemplos de rock contundente como Galderarik gabeko erantzunak (Gor) (Respuestas sin pregunta), segundo elepé de Hyssopus, que acaba de llegar al mercado estos días.Concretamente, Galderarik gabeko erantzunak, es un disco que discurre entre el hardcore y el metal, dos géneros que se apoyan en bases rítmicas aceleradas y en la potencia de las guitarras eléctricas, con las que tejen una instrumentación sobre la que se alza, estridente y altanera, la voz del vocalista.

De este modo, el quinteto vizcaíno se asegura de que no pasarán inadvertidos unos textos angustiosos que hablan de sufrimiento, de sexo, de falta de libertad y manipulación, de alarmantes diferencias sociales, de las frustradas ilusiones puestas en el año 2000, de confusión, de antifascismo y de lucha.

Doce temas propios

Llama la atención el hecho de que esa irritación sea canalizada por una formación cuya edad media es de sólo 19 años, pero la sorpresa es mayor al contrastar que su actitud y su propuesta apenas han variado desde que en 1996 se reunieron para ensayar por primera vez juntos.

En los cuatro años transcurridos desde aquella primera ocasión, Hyssopus ha puesto en circulación una maqueta, un estreno discográfico que ya les ubicaba entre el hardcore y el punk rock y el segundo elepé con cuya promoción va a estar ocupado en los próximos meses. Los 12 temas que forman esta nueva entrega han sido compuestos por los propios miembros del conjunto de Berriz.