El acuerdo con el PSE genera tensiones en el equipo de gobierno de Vitoria

La negociación entre el Partido Popular y el PSE para cerrar el acuerdo sobre el presupuesto del Ayuntamiento de Vitoria ha generado tensiones entre los socios del equipo de gobierno municipal: PP y Unidad Alavesa. El alcalde, el popular Alfonso Alonso, restó ayer importancia a los roces e insistió en que los dos concejales de UA resultan "imprescindibles" en su equipo. No obstante, él mismo admitió que existen "diferentes matices y sensibilidades" entre los dos partidos que se han trasladado a la negociación del presupuesto.

Ayer se produjeron dos detalles durante y después del pleno municipal que denotan una clara falta de armonía en el equipo de gobierno municipal. Primero, Alfonso Alonso quitó la palabra al portavoz de UA, José Antonio Pizarro, quien ocupa el cargo de segundo teniente de alcalde, cuando éste intentó responder a una pregunta formulada por el PNV. Más tarde, tras la sesión y a pesar de la insistencia de los periodistas, el alcalde no quiso precisar si UA asistirá al acto de presentación pública del presupuesto, que en un principio estaba previsto para ayer, pero quedó aplazado sin fecha a última hora. En principio, parece previsible que sólo acudirán los representantes del PP y el PSE."Esto no supondrá ningún problema para nadie. Lo que importa no es el ruido, sino las nueces. No se trata de cómo se escenifica", contestó evasivamente el alcalde, quien además recalcó que los dos departamentos que dirige UA representan "más de la tercera parte de los recursos de este Ayuntamiento".

En cualquier caso, el pacto presupuestario se ha fraguado principalmente entre PP y PSE, y durante la mayor parte de las reuniones los foralistas han quedado relegados, aunque informados del proceso. El proyecto se presentará ante la oposición el día 29 y parte con la mayoría garantizada. De los 27 concejales del pleno municipal, el PP cuenta con nueve y los socialistas suman cinco (ambos dan la mayoría absoluta). UA aporta dos.

Estos hechos se suman a anteriores desavenencias en la convivencia del gobierno municipal, que en ciertas ocasiones han colocado a UA en una posición incómoda. En octubre, los socialistas alcanzaron un acuerdo en materia de suelo y vivienda con el equipo de gobierno y ni en la negociación ni en la presentación estuvo presente ningún representante foralista. El mes pasado los dos concejales de UA abandonaron el pleno en protesta porque el PSE, con la aquiescencia popular, forzó a aplazar un asunto relacionado con el personal que trabaja en las escuelas infantiles.

Las fricciones entre UA y el PSE se remontan a la pasada legislatura. Ambas formaciones compartieron el gobierno municipal desde finales de 1996 hasta agosto de 1998, con el peneuvista José Ángel Cuerda en la alcaldía. Durante esos casi dos años la relación estuvo salpicada de encontronazos, y se deterioró después de la salida del PSE del poder.

El alcalde, siempre sin reconocer diferencias entre los grupos salvo "diferentes matices", hizo ayer una llamada a la concordia al recordar: "Los tres partidos representamos la sensibilidad constitucionalista. Esto es más importante que cualquier otra consideración".