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Las bolsas europeas se desploman por la debilidad del euro y de los valores tecnológicos

La caída de los valores tecnológicos, centrada en el mercado Nasdaq de Estados Unidos, y la debilidad que sigue mostrando el euro provocaron el desplome de las bolsas. Ayer fue un día aciago en los mercados con descensos espectaculares en todos los índices. El mercado Nasdaq cedió el pasado jueves el 2,91% y ayer el 4% a media sesión (el 4,84% al cierre), lo que contribuyó a incrementar las caídas de los valores tecnológicos en la mayoría de los mercados.La Bolsa de Tokio, por orden cronológico, fue la primera en dar la alarma, con una pérdida moderada, el 1% en el índice Nikkei, pero situándose en el nivel más bajo del ejercicio. Las empresas de tecnología, comunicación y electrónica fueron las que arrastraron al conjunto del mercado japonés y pusieron en guardia a los inversores europeos. Las bolsas de la zona euro se encontraron con un doble frente abierto. A la presión del mercado Nasdaq -modelo a imitar en los últimos meses- se añadió la creciente debilidad de la moneda europea, que ayer dibujaba el peor de los decorados con un nuevo mínimo histórico.

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El cambio oficial del euro fue de 0,8875 dólares (un 23,9% frente a la cotización de salida el 1 de enero de 1999) y en algunos momentos llegó hasta los 0,8850, en medio de la desesperación de los inversores por la pasividad de las autoridades monetarias. Respecto de la peseta, el cambio indicativo se fijó en 187,477, el nivel más alto desde 1985.

La reciente subida de los tipos de interés en Estados Unidos, de 0,50 puntos, ha ampliado hasta 2,75 puntos el diferencial de los tipos a corto plazo entre la zona euro y Estados Unidos, pero los analistas ven aún más peligroso, y significativo, el diferencial entre el ritmo de crecimiento de ambas áreas económicas. La debilidad del euro ha permitido una nueva revisión al alza de las previsiones de crecimiento en Europa, mientras que en Estados Unidos se busca por todos los medios frenar el crecimiento hasta unos niveles más moderados.

Contagio general

Las bolsas de la zona euro tuvieron ayer descensos pronunciados que, en buena parte, se deben a la tendencia de la moneda en la que cotizan, el euro, ya que su actual orientación impide la entrada de capital exterior ante el temor a que la constante depreciación se coma los posibles beneficios que se pudieran obtener.

Así, el cruce entre una moneda débil y unos mercados tecnológicos en plena fase bajista afectó con fuerza a las bolsas. París bajaba ayer un 3,97%; Milán, el 4,09%; Madrid, un 2,94%, y Francfort el 2,68%. Londres también se dejó llevar por el ambiente y perdió el 3,01%. Al final de la jornada, Nueva York perdió un 1,4% en su índice Dow Jones, el índice Merval de Buenos Aires, un 6,38% y el Ibovespa de São Paulo, un 2,05%.

La bolsa española tiene desde hace días un ejemplo cercano de la influencia de los valores tecnológicos. La reacción de los inversores ante el anuncio de la compra de Lycos por Telefónica para fusionarla con Terra Networks ha sido casi de espanto ante las cifras barajadas en la operación que, según la mayoría de las opiniones, complican aun más el incierto futuro de este tipo de negocios.

Las acciones de Telefónica cayeron ayer un 6,03% y las de Terra el 4,42%, pero lo más significativo es que en la semana acumulan unas pérdidas muy importantes. Telefónica pierde en estas cinco sesiones el 9,78% y Terra el 23,42%, lo que ha situado a ambas sociedades en números rojos, en lo que se refiere a la bolsa y a este ejercicio.

Otro de los argumentos que manejan los analistas en estos días para explicar al malestar que se vive en los mercados es el del incremento de la inflación como consecuencia de la caída del euro. En el caso español esta situación es más grave que en la mayoría de los países de la zona euro, puesto que la tasa interanual de inflación ha vuelto a subir al 3% en abril, mientras que en el conjunto de la zona euro descendía hasta el 1,9%. Con estos datos se comprende que al BCE no le preocupe demasiado la debilidad del euro, ya que no genera inflación en los principales países del área.

La bolsa española pierde en el año, según el índice de Madrid, el 3,75%, con uno de los comportamientos más negativos de la zona euro. Madrid llegó a subir el 14,93% a primeros de marzo y desde entonces ha caído más del 16%. En las mismas fechas el mercado Nasdaq ha perdido el 33,79%, es decir, un tercio de su valor total y ha contagiado a los valores tecnológicos de todo el mundo, justo en el momento en que más se apostaba por ellos. Como muestra de la influencia del comportamiento del mercado estadounidense está el Nuevo Mercado español.

Creado a toda prisa para aprovechar el buen momento de las bolsas -el mercado Nasdaq había duplicado su valor en cuatro meses, desde octubre hasta febrero- y para que algunas sociedades tuvieran un trato diferenciado del resto, el Nuevo Mercado nació con un valor de 10.000 puntos como referencia para su índice. Al cierre de ayer el índice del Nuevo Mercado había perdido el 28,4%. La euforia ha dado paso a la incertidumbre y se complica la capacidad de crear valor de muchas sociedades.

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