Un jefe de cardiología de Barcelona denuncia la muerte de siete pacientes en lista de espera

El jefe del servicio de cirugía cardiaca del hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona, Alejandro Arís, ha denunciado, a través de una carta publicada en el diario LaVanguardia, que desde el pasado verano han muerto siete enfermos que se encontraban en lista de espera para ser operados de corazón en el centro. La dirección del hospital aseguró desconocer los hechos, al igual que el Departamento de Sanidad de la Generalitat, que han ordenado sendas investigaciones. El PSC e IC-V solicitaron la comparecencia del consejero de Sanidad ante el Parlament.

El Hospital de Sant Pau de Barcelona tiene una lista de espera de 111 enfermos para intervenciones de corazón, con un tiempo medio de resolución de 72 días. "La prioridad se rige por la situación clínica de los pacientes, que disponen permanentemente de dos equipos de guardia por si su situación emperora y necesitan una intervención de urgencia", señaló ayer el gerente del hospital, Joaquim Esperalba, quien se mostró "estupefacto" ante la publicación de la carta del doctor Alejandro Arís.Según la denuncia del jefe de cirugía cardiaca, sin embargo, desde el pasado verano la intervención de urgencia no se llegó a practicar en siete casos, y los pacientes murieron esperando la fecha que se les había asignado para la operación.

El doctor Alejandro Arís, miembro del equipo que realizó el primer trasplante de corazón en España y pionero en el estudio del corazón artificial, sostiene que las listas de espera generan un "conflicto ético" a los profesionales. "¿Cómo podemos dar una fecha de operación para dentro de cinco meses a un paciente si es posible -y probable- que se muera antes?", se pregunta el jefe del servicio de cirugía cardiaca de Sant Pau en un extenso y crítico texto publicado en la sección de "Cartas de los lectores" de La Vanguardia en su edición de ayer.

Arís no quiso ayer añadir nada al texto publicado. Con su denuncia pública, pretende sensibilizar a la ciudadanía y lograr que las administraciones reaccionen con presteza ante unas muertes "absurdas y evitables". "En tanto éstas se produzcan, el ciudadano o ciudadana de Cataluña deberá concienciarse de que mientras asiste a un espectáculo subvencionado de dudoso contenido artístico o mientras le imponen una multa de tráfico en catalán (¡por Dios!, ¿cuántos millardos habrá costado el despliegue de los Mossos d'Esquadra por las carreteras?), su madre se puede morir esperando una operación de corazón" , añade el cardiólogo, que en anteriores ocasiones ha denunciado carencias sanitarias que se han demostrado ciertas.

Tras reunirse con el autor de la carta, el gerente del Hospital de Sant Pau ordenó abrir un expediente informativo para esclarecer si los hechos denunciados son ciertos y, en caso afirmativo, por qué sucedieron. Paralelamente, técnicos del Departamento de Sanidad llevarán a cabo una investigación.

Preguntado por este diario, Josep Prat, director del Servicio Catalán de la Salud, indicó ayer que en Cataluña hay en estos momentos 800 enfermos coronarios en lista de espera para ser operados, con un tiempo medio de demora de 2,8 meses. Prat insistió en que los profesionales de los cuatro centros que practican este tipo de intervenciones en Cataluña -Sant Pau, Hospital Clínico, Vall d'Hebron y Bellvitge- establecen las prioridades y que, si en un momento determinado, no pueden abordar una operación de urgencia, pueden derivar al paciente a otro centro público o privado, con el coste a cargo de la Generalitat.

Esperas "inadmisibles"

La diputada del PSC Carme Figueras consideró ayer "inadmisible" que existan listas de espera para patologías con riesgo de muerte y calificó de "muy grave" el hecho de que "tenga que ser un médico quien lo denuncie". El PSC e IC-V pidieron la comparecencia del consejero de Sanidad para que dé explicaciones sobre las siete muertes denunciadas por Arís y para que informe sobre las listas de espera en el conjunto de los hospitales catalanes.

IC-V también preguntará al consejero sobre la reducción de la actividad en el hospital "a una tercera parte durante el verano por motivos económicos", tal como denuncia Arís. "Ante mis protestas (por la reducción de la actividad), la respuesta ha sido: no hay dinero", asegura el cardiólogo.

El gerente del hospital replicó ayer al cirujano asegurando que la actividad de los quirófanos en el mes de agosto "se programa en función de la lista de espera y de la gravedad de los pacientes, sin que quede ningún caso de urgencia sin atender". Arís asegura que las siete muertes de pacientes de Sant Pau en lista de espera han sido denunciadas al Colegio de Médicos y a la Sociedad Catalana de Cirugía Cardíaca, aunque la primera de estas entidades negó ayer haber recibido queja alguna al respecto.