La Duma respalda a Kasiánov como primer ministro

Ayer fue un buen día para Vladímir Putin. Las dos cámaras del Parlamento ruso dieron un voto de confianza al nuevo presidente, lo que contrasta con las dificultades a las que tuvo que enfrentarse Borís Yeltsin, que llegó a ser sometido a un juicio político en la Duma.Los diputados aprobaron con rotunda mayoría (325 votos contra 55) la propuesta de Mijaíl Kasiánov como primer ministro. Los senadores, por su parte, dieron carpetazo a la crisis que ha tenido más de un año al país sin fiscal general y aceptaron al candidato del líder del Kremlin, Vladímir Ustínov.

El paso de Kasiánov por la Duma parecía que iba a ser cuestión de trámite, y el pronóstico se cumplió con más facilidad incluso de lo esperado. Y no sólo porque la Cámara surgida de las legislativas de diciembre es más favorable al Kremlin que la anterior (que dominaban los comunistas y sus aliados), sino también porque casi nadie quiere plantar cara de momento a Putin. Sólo los liberales de Yábloko votaron en contra con el argumento, irreprochable, de que el candidato a primer ministro no ofreció garantías convincentes sobre el respeto de la libertad de prensa y la ruptura de la estrecha alianza entre oligarcas y poder que marcó la era de Yeltsin.

Desde el resto del espectro político, sin embargo, llegó o bien un respaldo claro a Kasiánov (que era tanto como decir a Putin) o bien un voto de confianza que aplaza la actitud definitiva hasta más adelante.

El nuevo jefe del Gobierno (un economista liberal de 42 años apreciado en Occidente y que logró un buen acuerdo de renegociación de la deuda soviética) se reunió ayer por la tarde con el presidente para últimar la estructura y formación del Gabinete.

Kasiánov se enfrenta al reto de demostrar que se equivocan quienes aseguran que es un hombre de Borís Berezovski, el Rasputín del Kremlin que hizo y deshizo gobiernos en la etapa de Yeltsin.