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Los jueces decanos vascos reconocen que el sistema de juicios rápidos ha supuesto un fracaso

Los jueces decanos del País Vasco coinciden en el fracaso que ha supuesto el sistema de juicios rápidos por la baja incidencia que esta modalidad ha tenido en el conjunto de las vistas orales desde su implantación. Apuntan como motivo la falta de voluntad de las instancias implicadas, aunque el juez decano de Vitoria llega más lejos y señala directamente a la propia Fiscalía y a determinados jueces de instrucción como responsables de la situación. Creados para descongestionar la Justicia, su propósito era celebrar la vista oral dos meses después del delito.

Esta modalidad de juicios rápidos se creo para aplicarse principalmente en los casos de alcoholemias y de hurtos menores, asuntos que suponen más del 40% de los procesos, así como en casos de detención inmediata. En la capital alavesa se celebraron en el último año cuarenta juicios de los 200 que estaban previstos inicialmente. Tras la entrada en vigor del nuevo Código Penal se reanudó este sistema, que se puso en marcha hacía cinco años y se encontraba relativamente paralizado por la dificultad que entrañaba la determinación de los datos económicos de los imputados que exigía la implantación de las denominadas multas-día. Los resultados hasta ahora han sido decepcionantes, según señala el juez decano de Vitoria, Jaime Tapia, quien, en todo caso, asegura que no renunciará a su aplicación. Juan Pablo González, juez decano de Vizcaya, insiste, por su parte, en que "se echa de menos mayor voluntad" para impulsar este tipo de juicios.

González subraya, en todo caso, que son pocos los procedimientos en los que se puede utilizar este tipo de vistas, "ya que requieren a un detenido en el juzgado de guardia", quedando fuera los casos de faltas.

Extensión

En los siete juzgados de lo Penal de Bilbao, sólo se celebraron 42 juicios rápidos el pasado ejercicio sobre un total de 2.916 vistas orales. En lo que va de año, la cifra se ha quedado en únicamente cuatro juicios.

Juan Pablo González ha mantenido conversaciones con los órganos implicados con el objetivo de extender esta modalidad de juicios rápidos a delitos en los que la competencia recae en la Audiencia provincial, "fundamentalmente con los de tráfico de drogas".

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Justifica esta iniciativa al haber apreciado que la mitad de los detenidos en Bilbao lo son por asuntos relacionados con el tráfico de estupefacientes. La mayor parte de ellos son extranjeros y la celebración de las vistas orales se retrasa mucho por el problema de saturación que vive el alto tribunal local.

"Juicios cuya instrucción no plantea dificultades se pueden retrasar hasta dos años", indica el juez decano vizcaíno, quien destaca la dificultad que existe para localizar posteriormente a los acusados, que no suelen contar con domicilio conocido.

"Testimonio desdibujado"

Además, cuando un juicio llega con tanta demora respecto al momento del delito "el testimonio de los policías queda muy desdibujado". Cree por tanto, que en este ámbito se puede hablar de "un fracaso que podemos evitar". En la actualidad, González mantiene contactos para coordinar a la Audiencia y la Fiscalía, y está recabando datos estadísticos para reforzar sus planteamientos. "Tenemos la impresión de que se producen muchas sentencias absolutorias en estos casos, y en parte se deriva de la demora en la celebración del juicio", indica.

Este magistrado entiende que es factible su aplicación en función de la legislación vigente y se halla a la espera de que fructifiquen estas conversaciones para poner en marcha este procedimiento en los próximos meses.

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