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Tribuna
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Nacionalaznarismo

Hay una división entre el que mata y su víctima que no admite equidistancias ni neutralidades. Si alguien de las nuevas generaciones tenía impotencia imaginaria para representarse el fascismo, ahí está: es fascismo disparar contra un ciudadano armado con su máquina de escribir o su bolígrafo y es fascismo pegarle a quien no está de acuerdo con lo que acaba de escribirse en las paredes. Eso es fascismo, lo hiciera Falange Española y de las JONS o lo haga ETA.Clarificado qué sigue queriendo decir fascismo, captemos que a la violencia etarra se le está oponiendo una alienación uniformadora y cualquier crítica que se haga a cómo conduce el PP su política en el País Vasco se considera apología indirecta del enemigo. Es una vieja cultura maniquea que tuvo su plasmación más globalizada y aguda en el transcurso de la guerra fría y que consta como ejemplo de la simplificación del análisis de la realidad. Decir que el imperialismo se expandía a base de genocidios era una verdad objetiva pero incorrecta a instrumentalizar por los comunistas, y denunciar que el comunismo había hecho del gulag la prueba del fracaso del consenso de las masas era hacer pancapitalismo.

Que las prácticas de ETA sean fascistas no debe avalar acríticamente la política del PP sospechosa de que con el pretexto del Interés General hace electoralismo en Euskadi y en España a costa de un calculado escisionismo. Cueste lo que cueste, se ha de conseguir el sorpasso electoral en el País Vasco, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid o que Valladolid pasa por el Pisuerga, aun a riesgo de acentuar la catástrofe en el complejo ecosistema vasco. Beneficiada esta estrategia por la agresión de ETA y por el paradero desconocido del PSOE, con Rodríguez Ibarra jugando a la gallinita ciega en torno a los muros de Intxaurrondo y 5.000 aspirantes al reparto de la túnica sagrada, sólo faltaría que, según las consignas de los Ramiros de Maeztu de nuevo cuño, calláramos las críticas al PP para que no parezcan apología de ETA y deterioro de la Hispanidad. ¡Camaradas o ex camaradas, salvemos al PP de caer en el nacional-aznarismo!

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