La explosión de una fábrica pirotécnica causa 20 muertos y cientos de heridos en Holanda

La Haya Una explosión registrada ayer en una fábrica de fuegos artificiales situada en la localidad de Enschede, en el este de Holanda, devastó un barrio entero y provocó al menos 20 muertos y varios centenares de heridos.

Anoche se temía que el balance definitivo sea mucho más dramático, dado que las sucesivas explosiones destruyeron casas en varias calles alrededor de la empresa de fuegos artificiales Fireworks, situada en el centro de un barrio de la ciudad. Muchos de los heridos fueron trasladados a hospitales de varias poblaciones cercanas a Enschede, situada a pocos kilómetros de la frontera germano-holandesa, porque los centros médicos de esta localidad se vieron desbordados.

Entre las víctimas se encuentran seis bomberos que intentaban sofocar un incendio en una zona colindante con la fábrica de fuegos artificiales y que habría sido el origen de la cadena de explosiones de las cerca de cien toneladas de fuegos artificiales almacenadas en su interior, que empezaron a las 16.00 hora local.

Las autoridades holandesas instalaron un centro de crisis en la localidad, para informar a familiares de víctimas y heridos. Hasta allí, se desplazó el ministro de Interior holandés, Klaas de Vries, así como el comisario de la Reina en la región (cargo equivalente al de gobernador civil).

El alcalde de Enschede, Jan Mans, declaró que la empresa tenía en regla la licencia de explotación, a pesar de que se encontraba situada en medio de un núcleo urbano, algo que no pudo explicar a los medios de comunicación. "Son preguntas a las que habrá que responder en los próximos días", se limitó a manifestar.

Un representante de la Federación de Fabricantes de Fuegos Artificiales en Holanda comentó a la radio pública que Fireworks era considerada "una buena empresa" y que "el año pasado sometió incluso a su personal a un cursillo de formación".