Carolina Fraile: "La afición está harta de que todos los toros sean iguales"

Acaba de cumplir con el preceptivo reconocimiento previo y Carolina Fraile no está ni siquiera un poco contenta. "Han aceptado tres toros, uno es dudoso y dos han sido rechazados", dice. La ganadera que en el último San Isidro sorprendiera a propios y extraños con un encierro propio de otros (y mejores) tiempos, no hace el menor amago por disimular su evidente disgusto. "La situación es paradójica. La afición demanda un encaste como el de Santa Coloma, porque está harta del monoencaste. Sin embargo, en vez de atender a sus demandas, y como si no tuviésemos ya suficientes dificultades..., pasa esto".Lo que pasa es que la ilusión de cualquier ganadero por ver su corrida íntegra está ahora pendiente de los nuevos toros que se traigan del campo. Si estos últimos pasan el reconocimiento definitivo del día de la corrida, el público de Madrid dispondrá de la oportunidad de contemplar a seis astados del encaste citado arriba con la divisa que en la pasada temporada no sólo acaparó todos los premios en Madrid, sino también en Bilbao. "En realidad, sólo lidiamos cuatro corridas y tres novilladas. El balance fue muy bueno", comenta.

¿Un año tan bueno abre las puertas de las plazas de primera? "No, para nada. Desde hace tiempo, las cosas en el mundo del toro se hacen al revés. Criar unos toros encastados, esos que el público de Madrid y de todos lados aprecian, no quiere decir que vayas a torear donde quieras. Al revés. Como son los toreros los que deciden, los ganaderos tenemos que amoldarnos a lo que hay".

Carolina Fraile contesta de corrido. Desde el año pasado, la responsabilidad del hierro que comprara su padre en 1973 recae sobre ella y su hermano. "Todo lo que hacemos es, en parte, como homenaje a él". Ella es sobrina de los propietarios de las ganaderías de Valdefresno (de Nicolás Fraile), El Pilar (Moisés Fraile) y Puerto de San Lorenzo (Lorenzo Fraile).

"Cuando decides criar un tipo determinado de toro sabes a lo que te arriesgas. El desprecio de las figuras es una cosa con la que cuentas. Lo que no te explicas es que no haya nadie, figura o no, dispuesto a protagonizar un gesto para ponerse a todo el escalafón detrás". "Antes", continúa, "existían Camino o Julio Robles dispuestos a todo, a demostrar quiénes eran".

Pese a las desengañadas palabras de la ganadera, lejos de ella cualquier amago de resignación: "Nosotros sabemos qué toros queremos, porque sabemos cuál es la fiesta que deseamos. La fiesta es emoción, y para que haya emoción tiene que haber casta, movilidad, lo contrario de lo que ahora abunda". Carolina habla y cada pocas frases se refiere a lo que acaba de ocurrir en los corrales de Las Ventas: "Los toros lucen el doble de trapío que los del año pasado. Nuestro encaste tiene menos caja. Sigo sin entender por qué han rechazado dos. Espero que todo se solucione".