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Putin intenta desmarcarse del escándalo por el asalto policial al grupo de prensa no alineado con el Kremlin

Vladímir Putin intentó ayer sin éxito desmarcarse del escándalo provocado por el asalto que fuerzas especiales de la fiscalía y el Servicio Federal de Seguridad (FSB) lanzaron el jueves contra oficinas de Media Most, el principal grupo periodístico privado de Rusia y único no alineado con el Kremlin. La Unión de Periodistas denunció el intento de "intimidar a los medios independientes", mientras que el exprimer ministro Yevgueni Primakov se preguntaba si esta "acción inadmisible" no escondía el intento de fuerzas oscuras de impedir que Putin sea un presidente independiente y Rusia un país democrático. Putin, que encabezó el FSB hasta agosto de 1999, defendió a través de un comunicado de su oficina de prensa la libertad de información como "importante garantía de la sociedad democrática", y aseguró que "todos son iguales ante la ley".

Su salida a la palestra no resuelve la duda de si fue informado de la operación que planeaban los servicios de seguridad contra un grupo que apoyó en las legislativas de diciembre a su rival Yuri Luzhkov, que mantuvo las distancias en las presidenciales, que se desmarca de la línea oficial sobre la guerra de Chechenia y que le pone en ridículo cada domingo por televisión transmutado en muñeco del guiñol.

El comunicado emitido ayer intentaba rizar el rizo metiendo en el mismo saco la libertad de palabra y de los medios de comunicación, a las que defiende como "valores básicos" de la democracia, y la condena a cualquier "intento de chantaje" a los órganos encargados de mantener la ley.

Ayer, el vicefiscal general Vasili Kolmogórov, aseguró que el caso contra Media Most terminará probablemente ante los tribunales, y que se están analizando los materiales confiscados. El asalto fue parte de una investigación sobre supuestas interferencias de la vida privada de los ciudadanos y violación de la confidencialidad de las comunicaciones.

El influyente Segodnia, otro estandarte de Most Media, publicaba ayer que Sabir Kejlerov, el vicefiscal que autorizó la investigación, había recibido una carta del diario en la que se le pedía que aclarase diversos aspectos de su actividad comercial y la de sus parientes, en el marco de una serie de artículos sobre la corrupción. También Yuri Zaostrovtsev, el vicedirector del FSB que organizó y dirigió el asalto a las oficinas, había aparecido en una información de Segodnia que escarbaba en sus antecedentes.

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