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NUEVA LÍNEA PRESUPUESTARIA PARA LOS PROGRAMAS DE LAS CONSEJERÍAS

Industria y Administraciones Públicas consumen el 50% de los 95.000 millones del Plan de I+D

El escenario presupuestario previsto por la Generalitat para financiar el Plan Valenciano de Investigación y Desarrollo (PVID) en el periodo 2000-2003 prevé alcanzar un porcentaje de gasto en I+D del 1% del PIB, lo que representa unos 95.000 millones de pesetas, con la expectativa de que sector privado financie el 50% al final. Sin embargo, la distribución se hará por consejerías, básicamente Industria y Administraciones Públicas, que consumen el 50% del presupuesto. El último borrador deja las políticas científicas universitarias en el mismo nivel, unos 4.500 millones al año, pese a generar el 59% del gasto total anual, y dirige sus críticas hacia "la débil participación empresarial valenciana en I+D".

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La recepción y distribución de los fondos para I+D -para lo cual la Generalitat recibió en febrero la autorización de Bruselas de cofinanciar proyectos con empresas y organismos públicos por valor de 398.000 millones- está concebida por el Gobierno de Zaplana de forma centralizada, a través de las consejerías de más calado político en infraestructuras, comunicaciones y energía. La Comisión Europea proponía, sin embargo, lo contrario: que las ayudas se concedan de manera directa a proyectos, empresas y organismos públicos de investigación.El último borrador elaborado por la Secretaría del Plan Valenciano de I+D, fechado en enero del 2000 y entregado a la patronal CEV y a las universidades, clarifica un poco más que el texto anterior de noviembre pasado el escenario presupuestario de la Generalitat para los próximos cuatro años. Pero su concepción y filosofía sigue siendo la misma: el Consell superpone las prioridades estratégicas de Gobierno con las de Investigación y Desarrollo propiamente dichas.

El borrador, al que ha tenido acceso EL PAÍS, se plantea "el objetivo básico de alcanzar en el año 2003 un porcentaje de gasto del 1% del PVID, y que el sector privado ejecute un 50% en el último periodo". La financiación, que rondará los 95.000 según se desprende del texto, se centralizará básicamente en cinco consejerías -Sanidad, Obras Públicas, Medio Ambiente, Justicia y Administraciones Pública e Industria. Aunque, en la práctica, está diseñado para que los planes de industrialización y de modernización de la Justicia y la Administración, a través de sus respectivas dependencias, consuman el 50% del presupuesto total de gasto I+D previsto hasta el 2003.

La fórmula se hará agrupando la Función 54 de los Presupuestos (Dirección de Universidades de la Consejería de Educación y la de Investigación Agraria de la Consejería de Agricultura), y creando, por primera vez, en el Presupuesto del 2000 "una línea nueva destinada a financiar los programas sectoriales del plan".

El texto lanza un envite de grueso calibre a la iniciativa privada valenciana, en la que concentra sus principales quejas. "El sector privado debe tomar un mayor protagonismo en las actividades de I+D e innovación, incrementando significativamente sus inversiones", advierte. El Consell justifica su aviso en que el gasto en I+D en la Comunidad Valenciana está en el 0,6% del PIB, "lejos de la media europea (1,8%) y de la española (0,9%). Y subraya que "la participación empresarial resulta especialmente débil, ya que sólo ejecuta el 27% del gasto valenciano de I+D [que ronda los 43.000 millones anuales] y sólo dispone de un 26% de personal investigador frente la media española que oscila entre el 49% y el 34%".

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Los empresarios valencianos, en comparación con el resto, sólo invierten en I+D un 0,15% del PIB. "Un valor", que según el Consell, "es netamente inferior respecto a la media nacional (0,44%) y aún más de la europea (1,14%)". El Gobierno atribuye a la escasa iniciativa empresarial para modernizarse, el bajo nivel de tecnificación de la industria, asentada en sectores tradicionales (textil, mueble, alimentación, papel y gráficas). Este "desquilibrio estructural constituye la asignatura pendiente", precisa el Consell, que subraya, además, que "esta peculiaridad ha empeorado con el transcurso del tiempo", debido "al predominio de las pymes y a la escasa inversión en I+D por parte de las grandes empresas, así como al uso insuficiente de los recursos europeos".

"Asignatura pendiente"

Para corregir este "desequilibrio", convertido ahora en "asignatura pendiente", el PVID, sin embargo, se limita a "reseñar" en un párrafo una iniciativa de la Consejería de Industria "para el desarrollo de un Plan de Innovación Industrial, que contará con la financiación de la iniciativa RITS (Estrategias Regionales de Innovación y Transferencia Tecnológica )". El programa, dice, detectará "las necesidades reales de las empresas valencianas y facilitará actuaciones".

Con todo, el énfasis del PVID, tanto en los programas generales como en los sectoriales, se dirige a las áreas estratégicas de transportes, comunicaciones, turismo y ocio; y especialmente, a la informatización de la Administración. Esta filosofía ha sido cuestionada por el Alto Consejo Consultivo de Presidencia, que en su informe de recomendaciones concibe el PVID como "un plan integral" y no "como la simple reunión de programas". Las universidades en sus alegaciones coinciden en que industrializar y modernizar la Administración es loable y necesario, pero "no encajan en un plan de I+D", ni con las directrices de la UE.

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