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La misión mediadora fracasa en su intento de liberar a los secuestrados en Filipinas

Los negociadores filipino y libio se disponían ayer a regresar a Manila con las manos vacías tras la reunión celebrada con los rebeldes separatistas musulmanes del grupo Abu Sayyaf, que desde hace 18días tienen secuestradas a 21 personas, entre ellas 7 ciudadanos europeos. La misión fue un fracaso, pues los negociadores regresaron sin los rehenes y sin ninguna fecha para su liberación. Sin embargo, los mediadores aseguraron que el grupo guerrillero pidió 24 horas para decidir sobre la liberación de la alemana Renata Wallert debido a su precario estado de salud.

Pero a última hora de ayer, un portavoz del grupo Abu Sayyaf rechazó la petición del Gobierno filipino de liberar a la turista alemana acusándola de simular su enfermedad. "No podemos liberar a la alemana enferma, pase lo que pase", declaró Abu Escobar a una emisora de radio local. "No está realmente enferma", afirmó Escobar, añadiendo que "a veces es incapaz de nada, pero en el momento en que hay tiros es la primera que corre". Wallert, de 57 años, padece un grave problema de hipertensión y necesita un tratamiento médico adecuado, según la doctora filipina Nelsa Amin, que ha visitado a los secuestrados en tres ocasiones. "El intento ha sido un fracaso. Ni siquiera nos han dejado ver a los rehenes", declaró la doctora Amin a su vuelta a Jolo, la capital de la isla. Sin embargo, añadió que los secuestradores aceptaron las provisiones (comida, ropa y medicinas) que llevaban para los rehenes, pero no hizo alusión a la conversación mantenida con aquéllos. En cambio, el diplomático libio Rajad Azzaruk manifestó que los secuestradores no habían decidido qué hacer con Wellert. "Todavía no lo han decidido [los secuestradores]. Han pedido 24 horas para tomar una decisión", dijo quien fue por ocho años el embajador de Libia en Filipinas y que negoció con éxito en otra ocasión la liberación de un rehén estadounidense retenido en Jolo en 1993, también por el grupo Abu Sayyaf. Por su parte, el enviado del presidente de Filipinas, Robert Aventajado, declaró tras el encuentro con los secuestradores que los guerrilleros habían impuesto "una serie de demandas", pero que no revelaría de qué se trataba o si incluyen un rescate. Aventajado recordó que se encuentran "en medio de una negociación y no es apropiado hacer declaraciones públicas sobre su contenido".

Un diplomático cercano a las negociaciones aseguró que las demandas políticas ocupan un lugar secundario en las reclamaciones de los secuestradores y que, antes o después, los separatistas acabarían pidiendo dinero. "La clave se encuentra en que hasta que no se pongan a hablar de dinero, estaremos negociando en balde", manifestó el diplomático. Abu Sayyaf lucha desde 1990 por crear un Estado islámico independiente en Basilan, otra isla de Mindanao y vecina de Jolo. Desde que llegó al poder en 1998, el presidente de Filipinas, Joseph Estrada, no se había visto expuesto a la opinión pública internacional como en esta ocasión. Aun así, la crisis de los rehenes no ha hecho que el presidente filipino cancele su visita oficial a China, del 16 al 20 de mayo. "Este viaje no significa que el Gobierno no preste atención a la crisis de los secuestrados, ya hay suficientes ministros asignados para solucionar el problema", explicó el portavoz de la presidencia, Ricardo Puno.

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