Microsoft ofrece al juez limitar sus prácticas comerciales para evitar la segregación
Microsoft ofreció ayer un paquete de "autosanciones" en lo que supone un primer reconocimiento de culpa en la demanda antimonopolio contra la compañía. Conscientes de que es tarde para pedir la absolución, los abogados de la compañía rechazaron la propuesta segregadora del Gobierno de EEUU pero ofrecieron castigos menores, entre ellos la retirada del navegador de Internet del sistema operativo Windows. Ante la posibilidad de que la propuesta del Gobierno siga, la compañía de Bill Gates pide más tiempo y nuevas sesiones judiciales para luchar contra la separación en dos empresas.
La compañía de Bill Gates insiste en que la segregación que solicita el Gobierno de EE UU iría en contra de la innovación y perjudicaría a los consumidores. Hace varias semanas, el Departamento de Justicia y los fiscales de los estados que forman la acusación solicitaron al juez del caso la separación de Microsoft en dos compañías, una dedicada a la venta de los sistemas operativos Windows y otra para la comercialización del resto de productos de la actual Microsoft. Ayer los abogados presentaron su respuesta formal a esa propuesta sancionadora. Los abogados de Microsoft aseguran que la propuesta del Gobierno es insostenible no sólo por su carácter drástico sino por la debilidad de su base legal: alegan que el plan de segregación está basado en pruebas y deducciones que no quedaron demostradas durante el juicio de Washington.
La propuesta del Gobierno enviada al juez ocupaba 17 páginas de texto pero se basaba en parte en un documento anexo de casi 170 páginas. Ese informe recogía deducciones de varios expertos a partir de los hechos demostrados durante el juicio.
El castigo que Bill Gates propone imponerse a sí mismo es tan descafeinado como las ofertas que realizó durante las fracasadas negociaciones extrajudiciales de Chicago. Además, la compañía se permite poner fecha de caducidad a las sanciones: tan sólo serían aplicables -según su propuesta- en los próximos cuatro años.
En primer lugar, Gates propone transparencia empresarial en sus transacciones con las compañías a las que vende el sistema operativo Windows; durante el juicio quedó demostrado que Microsoft ha empleado el precio de cada unidad vendida de Windows como castigo o premio a los fabricantes, según fueran enemigos o amigos. La compañía se compromete a fijar un precio único para sus productos y a no condicionarlo a que los fabricantes dejen de promocionar productos de la competencia, como hace ahora.
También está dispuesto a facilitar a todos los programadores las "APIs", las herramientas informáticas que permiten la programación de software para Windows; la empresa de Gates ha sido acusada de mantener secreta información técnicamente relevante para que sólo sus programadores o los de sus empresas protegidas pudieran crear los mejores programas para el sistema operativo Windows.
Al mismo tiempo, permitiría a los fabricantes ligeras alteraciones en la pantalla de inicio de Windows, al tiempo que ofrece extraer del escritorio de este sistema operativo el icono con el que se accede al navegador de Internet, el Explorer. Al fin y al cabo, la integración de estos dos productos originó la demanda contra el gigante de la informática. Durante las sesiones del juicio -con alguna demostración fallida de por medio- Microsoft intentó convencer al juez de que tal separación de productos era imposible; ahora se compromete al menos a "esconder" el navegador. El Gobierno ya dijo en su día que tal propuesta le parece ridícula teniendo en cuenta que su navegador ya es hegemónico en el mundo de Internet.
En el texto de las alegaciones entregado anoche, Microsoft mantiene que sus prácticas empresariales no iban más allá del comportamiento lógico en un mundo tan competitivo como el de la informática; sin embargo, el mero envío de una alternativa sancionadora es ya un reconocimiento parcial de culpabilidad. aunque expertos en demandas antimonopolio consideran que
Microsoft también se permitió sugerir varios calendarios judiciales. Si sus propuestas siguen adelante, se compromete a implementarlas antes de que termine el verano. Si es la opción segregadora que propone el Gobierno la que prospera, los abogados ya piden una extensión de los plazos judiciales y solicitan nuevas sesiones de vista oral en diciembre para presentar su defensa.
Al mismo tiempo que los abogados entregaban sus alegaciones al juez, el fiscal del Gobierno en el "caso Microsoft", Joel Klein, comparó esta demanda con la que terminó con el reinado de AT&T en la década de los 80. Ahora el Gobierno tiene hasta el 17 de mayo para rebatir nuevamente los argumentos de Microsoft de cara a la vista oral fijada para el 24 de este mes.
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