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TRIBUNALES

Indemnización de 136 millones a una mujer que quedó inválida en una plaza portátil

El Tribunal Supremo ha condenado a indemnizar con 136 millones de pesetas a una mujer que quedó parapléjica al romperse el asiento de una plaza de toros portátil y caer al suelo desde una altura de cuatro metros, durante las fiestas locales de Alfafar (Valencia). La indemnización correrá a cargo de la Generalitat Valenciana, el Ayuntamiento de Alfafar y otras entidades responsables.La mujer presenciaba, junto a su marido y dos hijos, un festival taurino el 27 de agosto de 1987 cuando se rompió la tabla deteriorada que le servía de asiento y cayó al suelo. La mujer, Josefa P., de 30 años, sufrió lesiones de las que fue dada de alta a los 267 días, pero le restaron las gravísimas secuelas de "parálisis completa en las extremidades inferiores, paraplejia y gran invalidez", por lo que precisa de la asistencia de una persona en todo momento.

La sentencia de la Sala de lo Civil del Supremo ha elevado la cuantía de la indemnización de 106 a 136 millones, ya que el alto tribunal acuerda que se fije también una indemnización para asistencia doméstica y otra por daños morales a la familia, que fueron denegadas en una primera sentencia por la Audiencia Provincial de Valencia.

En la nueva sentencia, el Supremo condena, además de a los anteriores responsables, a la Generalitat valenciana, al ayuntamiento de Alfafar, al arquitecto municipal y a la Asociación de Seguros Mutuos de Arquitectos Superiores.

El "juicio de reproche" contra la Generalitat Valenciana se fundamenta "en una apreciación sencilla, pero concluyente, cual es la de haber otorgado una autorización sin cerciorarse, o bien omitiendo la exigencia de que no se cumplían los requisitos precisos.

La responsabilidad del ayuntamiento de Alfafar la establece el Supremo en que éste era el encargada de otorgar la autorización del espectáculo y le competía comprobar que las instalaciones cumplían con los requisitos de seguridad. Además, considera que existió responsabilidad del arquitecto, quien "se limitó a emitir una informe acerca de las condiciones de seguridad, solidez y estabilidad" de estas instalaciones cuando se ubicaron en Sagunto unos meses antes, pero no emitió un nuevo informe en relación con la plaza de la localidad de Alfafar.

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