Trinidad Sevillano se incorpora al ballet de la Comunidad de Madrid Dos nuevos coreógrafos debutan mañana

El Ballet Víctor Ullate de la Comunidad de Madrid estrena mañana su nuevo espectáculo, integrado por tres coreografías, dos de las cuales pertenecen a dos jóvenes artistas que por primera vez ponen en escena creaciones propias. Uno de ellos es José Cruz, con su montaje El lenguaje de las lágrimas, en el que participa la bailarina Trinidad Sevillano, que "se incorpora definitivamente a la compañía", como ayer aseguró su director, Víctor Ullate, durante la presentación del espectáculo. El otro debutante es Víctor Oribe, que presenta Homéricas. La tercera coreografía, Burka, es fruto del trabajo de Eduardo Lao, que la estrenó en enero en Santander y Mallorca. Este programa estará en el escenario del madrileño teatro Albéniz hasta el 21 de mayo.El punto clave de Homéricas es el episodio del nudo gordiano, cuando Alejandro Magno partió con su espada el nudo que tantos quebraderos de cabeza había dado a quienes, sin éxito, intentaron desatarlo, como explicó ayer Víctor Oribe. "Me refiero así a todos los nudos que nos aprisionan en la angustia, la furia y la soledad, pero que podemos resolver si buscamos en nuestro propio espacio interior", dijo Oribe, asistente coreográfico de Ullate. Oribe se inspiró en la música de la obra Alexandros, del griego Stamatis Spanoudakis, y en Alankara skin, compuesta e interpretada por Fátima Miranda, para crear este montaje, en el que intervienen 15 bailarines.

Por su parte, José Cruz, que fue bailarín invitado de la Compañía Nacional de Danza y ahora de este ballet, estrena El lenguaje de las lágrimas, con 11 bailarines, él incluido, sobre el escenario. Suenan arias de Händel, Mozart y Porpora, con las que los bailarines dan expresión a esas lágrimas, "un sistema de lenguaje que, sin una palabra, permite decirlo todo, porque expresa la esencia de cada sentimiento", como subrayó Cruz.

Eduardo Lao ya ha colaborado en otras ocasiones con Víctor Ullate, director de esta compañía madrileña patrocinada por el Gobierno regional con 180 millones de pesetas anuales. Con Burka hace alusión directa a la situación de las mujeres en los países fundamentalistas. Para ello pone en escena "a tres bailarines y el doble de bailarinas, para expresar que las mujeres tienen que hacer siempre el doble de esfuerzo que los hombres para salir adelante".