140 agentes contra 5 'okupas'
Unos 140 agentes del orden -60 miembros de la Guardia Civil y 80 del Cuerpo Nacional de Policía- se movilizaron ayer para desalojar a 5 okupas y un perro. Tres dormían en una casa de Vilassar de Mar (Maresme) y los otros dos ocupaban sendas viviendas en Terrassa. En el primer caso los agentes se llevaron también detenida a una joven que les increpó. En el segundo no hubo detenciones. Los dos okupas y el perro dejaron las viviendas ante la presencia policial.El alcalde de Vilassar de Mar calificó de "desproporcionada" la actuación, pero fuentes de la Guardia Civil la justificaron asegurando que tenían noticias de que en el inmueble se encontraban más de 20 personas.
El desalojo, que se llevó a cabo a las 8.00 horas, pilló por sorpresa a los okupas que dormían en la casa así como a los numerosos vecinos de la zona, ya que el edificio está situado en pleno centro de Vilassar de Mar, cerca del Ayuntamiento. En la operación intervinieron agentes rurales de la Guardia Civil y efectivos del cuerpo del cuartel de Premià de Mar; en total unos 60 agentes, la mayoría de los cuales iban equipados con pasamontañas, chalecos antibalas, cascos y pistolas para lanzar bolas de goma. Los efectivos policiales acordonaron la zona impidiendo la circulación de peatones y causando una gran conmoción entre los vecinos, algunos de los cuales pensaron que el despliegue se debía a una acción antiterrorista. "Creíamos que había alguien de ETA", indicaron algunos de los que presenciaron la actuación.
Después de llamar varias veces y dialogar con los jóvenes que se encontraban en el interior, los agentes derribaron la puerta, desalojaron la casa y detuvieron a los ocupantes de la vivienda: Luis G. M., de 23 años; Ferran T. G., de 21, y Daniel M. G., de 20. Los dos primeros vecinos de Vilassar de Mar y el último de Mataró. Los agentes detuvieron asimismo a Mónica P. F., de 20 años, que se había desplazado hasta la casa e increpaba a los agentes. Todos ellos quedaron en libertad tras prestar declaración ante el titular del juzgado número 5 de Mataró.
El alcalde de Vilassar de Mar,Pere Almera, matizó que los agentes "deben ir preparados para salvar cualquier contingencia" y reconoció que los fines de semana frecuentaban el edificio más de 20 jóvenes, aunque admitió que el consistorio no había sido informado de la operación policial, si bien sabía que el procedimiento estaba en curso.
Tras el desalojo, una empresa constructora, contratada por los propietarios, tapió las puertas y ventanas del inmueble. Los dueños son varios miembros de una misma familia residentes en Barcelona, que recibieron la casa en herencia y pretenden venderla. La casa está ocupada desde el verano de 1999. Miembros del colectivo okupa se concentraron ayer ante el Ayuntamiento de Vilassar reclamando que se ponga freno a los desalojos.
En Terrassa, los policías nacionales fueron los encargados de desalojar dos viviendas ocupadas por miembros de la Asamblea Okupa de esta ciudad y situadas en la calle de García Humet de esta ciudad.
El desalojo se produjo alrededor de las 7.00 horas y en el interior de las viviendas sólo había dos jóvenes y un perro, que abandonaron el lugar sin ofrecer resistencia.
A la calle de García Humet acudieron 15 furgonetas de antidisturbios del Cuerpo Nacional de Policia y unos 80 agentes, según fuentes presenciales. Como consecuencia de la actuación policial, algunas calles del centro de la ciudad permanecieron cerradas al trafico un par de horas y durante todo el día se observó una mayor presencia policial en la zona.
La Asamblea Okupa de Terrassa aseguró ayer: "El desalojo ha sido ilegal porque no nos ha llegado ninguna notificación oficial". El colectivo okupa entró en una de las viviendas desalojadas hace poco más de un año y la destinó como centro de atención y reunión para las mujeres.
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