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Armisticio en favor de los 'sin techo'

El Ayuntamiento de Barcelona y Rauxa, una asociación con una dilatada y ejemplar experiencia en el terreno de la rehabilitación de personas alcohólicas sin techo, han sellado finalmente la paz. Sus relaciones eran más que tensas desde marzo del año pasado, cuando Rauxa quedó descartada, por no disponer de un documento empresarial, de la adjudicación del servicio del comedor social del Clot, pese a que lo gestionaba desde 1995 y presentaba al concurso la mejor oferta social y económica.Quienes sacarán más provecho de la reanudación de la colaboración entre Ayuntamiento y Rauxa serán las personas que viven en situación de pobreza extrema, porque la asociación, gracias a un convenio con el consistorio, abre hoy el primer comedor social social de Barcelona que servirá cenas a las personas necesitadas.

El Ayuntamiento de Barcelona ya tiene en marcha varios comedores sociales en los que se ofrece desayunos y almuerzos a indigentes, la mayoría de ellos con graves carencias y en muchos casos con problemas de alcoholismo. Estos centros dependientes del Ayuntamiento, sin embargo, se cierran a la hora de la cena, por lo que muchos de sus usuarios deben recurrir a la mendicidad para tomar un bocado por la noche, o bien acudir a uno de los pocos centros privados religiosos que ofrecen este servicio en Barcelona. El nuevo establecimiento que gestionará Rauxa llenará en este sentido un vacío existente en la ciudad.

La Terrasseta, ubicada en el barrio de Gràcia, ofrecerá 100 cenas diarias (los festivos inclusive) en cuatro turnos a partir de las 18.00 horas. Hasta esta hora y desde las 8 de la mañana, el establecimiento estará abierto para preparar desayunos y comidas para el público en general, siempre por encargo.

Rauxa ha firmado un contrato para gestionar el comedor nocturno durante un periodo de cuatro años, prorrogables a dos más. Los usuarios del nuevo servicio son personas a las que los servicios sociales del Ayuntamiento han detectado problemas de "desestructuración social y personal, que se encuentran en la calle y que no tienen cubiertas sus necesidades alimenticias básicas".

Como es habitual en los centros gestionados por Rauxa, La Terrasseta ofrecerá menús variados en los que el alcohol brillará por su ausencia. Los trabajadores (unas seis personas) son alcohólicos rehabilitados que han pasado por la misma experiencia que las personas a las que servirán los menús "y para las que se convertirán en un ejemplo de integración", según la doctora Maria Luisa Marín, presidenta de Rauxa. "A los alcohólicos no se les puede dar la más mínima oportunidad de estar en contacto con la bebida, la alcoholemia es una enfermedad crónica y para toda la vida. Un simple sorbo, y la recaída es instantánea", añade Marín.

La presidenta de Rauxa, que no quiere remover el pasado y evita hablar del enfrentamiento mantenido con el consistorio, asegura que lo más importante ahora es que el nuevo comedor social nocturno "funcione".

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Rauxa, que en sus momentos más difíciles recibió un amplio respaldo de entidades y personalidades de la ciudad, gestiona dos cantinas en los institutos Salvador Seguí y Berenguer Palou. Los trabajadores han sido usuarios de la comunidad terapéutica urbana Rauxa, un centro al que se accede voluntariamente para seguir un tratamiento intensivo de desintoxicación. Una vez superado este periodo, Rauxa les facilita un empleo remunerado a través de la Cooperativa Xalar.

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