Decenas de miles de españoles condenan en silencio el terrorismo

España se llenó ayer de concentraciones silenciosas para expresar la repulsa y la amargura por el asesinato de José Luis López de Lacalle. Decenas de miles de ciudadanos, encabezados por dirigentes políticos y representantes institucionales, además de miles de periodistas, condenaron pacíficamente la violencia etarra. En Madrid, 3.000 personas guardaron cinco minutos de silencio junto a carteles donde se leía: "Lacalle, somos todos contra el terrorismo. ¡No nos callarán!".

"La trayectoria sanguinaria de los asesinos expresa una vez más su verdadero objetivo: el exterminio de todo aquel que no esté de acuerdo con su proyecto nacionalista excluyente, totalitario y criminal". Son palabras incluidas en el manifiesto que leyó al término de la manifestación celebrada a las siete de la tarde en la madrileña Puerta del Sol la periodista Victoria Prego, subdirectora del diario El Mundo, donde colaboraba la última víctima de los etarras. Los aplausos de unos 3.000 ciudadanos arroparon el final del acto, que fue presidido por tres ministros (el vicepresidente del Gobierno, Mariano Rajoy; el portavoz gubernamental, Pío Cabanillas, y el titular de Administraciones Públicas, Jesús Posada).Entre otras autoridades y personalidades, participaron en la concentración contra la violencia la presidenta del Congreso de los Diputados, Luisa Fernanda Rudi; el presidente de la Comunidad de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón; el alcalde de la capital, José María Álvarez del Manzano, y representantes del PP, PSOE e Izquierda Unida. Estos tres partidos, junto con el Movimiento contra la Intolerancia, sindicatos, la Asociación de Víctimas del Terrorismo y Reporteros sin Fronteras habían convocado el acto.

Los portavoces del PSOE e IU en el Ayuntamiento de Madrid, Fernando Morán e Inés Sabanés, resaltaron que el asesinato de José Luis López de Lacalle "tiene un significado político añadido, al tratarse de un luchador antifranquista y un representante de los medios de comunicación". Ruiz-Gallardón dijo que "todos los atentados son de una brutalidad inmensa porque atacan la vida humana, su integridad, su libertad y su elemental y fundamental derecho a la vida; eso produce repugnancia y dolor, pero éste duele de forma especial porque lo que busca es callarnos y generar miedo".

Fue la concentración más concurrida de las numerosas que se formaron ayer para repudiar las actividades de ETA. Pero las hubo a todas horas y en toda España. Por la mañana se produjeron manifestaciones y paros en varias localidades de Madrid. Los parlamentarios guardaron un minuto de silencio en la puerta del Congreso de los Diputados y del Senado. En Navarra, el Gobierno autonómico y los portavoces de los partidos, excepto Euskal Heritarrok (EH), se concentraron cinco minutos frente al Parlamento foral. Lo mismo sucedió en Cataluña, en la plaza de Sant Jaume de Barcelona, con el presidente Jordi Pujol a la cabeza.

En todo el país, los ayuntamientos secundaron el paro de cinco minutos que había convocado la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) para el mediodía, con el fin de "manifestar su rechazo a la violencia y su solidaridad con la familia de José Luis López de Lacalle, la prensa y la democracia", según expresó la presidenta de la FEMP y alcaldesa de Valencia, Rita Barberá (PP).

A las siete de la tarde, además de en Madrid, hubo concentraciones organizadas por el Movimiento contra la Intolerancia en Barcelona, Valencia, Sevilla, Zaragoza, Gijón, Valladolid, Jerez de la Frontera y Badajoz, entre otras localidades.

Los profesionales del periodismo reaccionaron masivamente al asesinato del columnista de El Mundo. Miles de ellos se juntaron a las puertas de los medios de comunicación o en las redacciones para guardar minutos de silencio. Las concentraciones se formaron al mediodía. Algunos portales de Internet se sumaron a la protesta con una suspensión temporal de sus servicios.