Las feministas europeas reclaman la igualdad en la Carta de Derechos 2.700 organizaciones exigen la paridad en la representación política
La Unión Europea está inmersa en un proceso de cambio. Su futura ampliación y la prometida Carta Europea de Derechos Fundamentales, que debe estar lista este mismo año, son una "gran oportunidad" para que la igualdad real entre hombres y mujeres, incluida la controvertida democracia paritaria, se cuele en la agenda política europea, según las organizaciones feministas y algunos constitucionalistas y políticos que este fin de semana se han reunido en Cáceres en el seminario La democracia paritaria en la construcción europea. El encuentro ha sido organizado por la Coordinadora Europea para el Lobby Europeo de Mujeres y financiado por la Comisión Europea. El Lobby Europeo de Mujeres, que agrupa a unas 2.700 organizaciones feministas de los 15 países de la UE, se ha puesto a trabajar para que la igualdad real en todos los ámbitos quede recogida en la Carta de Derechos, que debe ser aprobada el próximo mes de diciembre. Y ha empezado por enviar un buen número de cartas a los miembros de la convención encargada de su elaboración para persuadirles de que la lista de derechos debe ir más allá del derecho a no ser discriminado y debe incluir la democracia paritaria (igual representación de hombres y mujeres en los órganos de poder) y el derecho de asilo por razón de sexo.
No ha tenido mucho éxito de momento. La única referencia a la igualdad entre hombres y mujeres recogida en los borradores de la carta es "muy general", explicó ayer la catedrática de Derecho Constitucional de la Universidad Autónoma de Barcelona, Teresa Freixes, quien aseguró que la única referencia en el texto se limita a recoger una cláusula de no discriminación por razón de sexo dentro del capítulo de los derechos económicos y sociales.
Lejos de la realidad
La composición de la convención que elabora este texto, del que aún no se sabe si será vinculante o meramente declarativo, también molesta a las organizaciones feministas. De sus 62 miembros, propuestos por el Parlamento Europeo y sus homólogos nacionales, la Comisión Europea y los 15 Gobiernos, sólo hay nueve mujeres, lo que demuestra que, a pesar de las declaraciones de intenciones, la democracia paritaria está lejos de ser real en las instituciones europeas. La presidenta del Lobby Europeo de Mujeres, Denise Fuchs, ya se quejó por escrito de este extremo en febrero, sin que se haya producido cambio alguno.
Algunos de los participantes en el encuentro de Cáceres van más allá de esta lucha concreta para conseguir que más mujeres lleguen a los órganos de poder. Es el caso del eurodiputado español del Grupo Socialista y miembro de la Comisión de Asuntos Constitucionales del Parlamento Europeo, Carlos Carnero, para quien "hay que tirar por elevación y exigir la democracia paritaria en todas las instituciones europeas". Es decir, no sólo en el Parlamento, donde después de las últimas elecciones hay casi un 30% de escaños femeninos, sino también en la Comisión Europea, el Tribunal de Justicia y el de Cuentas e, incluso, el Consejo Económico y Social y el de las Regiones.
Para cumplir con este objetivo, Carnero propuso ayer aprovechar la etapa de cambios abierta y presionar para que la Conferencia Intergubernamental que prepara la reforma de los tratados de cara a la ampliación a los países del Este, prevista como pronto a partir de 2003, para que tengan en cuenta este principio y que impregne todas las políticas europeas.
Otra oportunidad se presenta con el debate para la homogeneización del sistema electoral para los comicios europeos. El ex vicepresidente del Parlamento Europeo, el griego Georgios Anastassopoulos (Grupo Popular), abogó, sin descartar las cuotas, porque fueran los propios partidos los que se comprometieran con la igualdad a la hora de elaborar las listas de candidatos.
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