El PP aprueba en solitario el nuevo impuesto de tragaperras

El pleno de la Asamblea aprobó ayer, con los votos en contra de IU y la abstención de PSOE-Progresistas, una ley por la cual los propietarios de videojuegos y máquinas tragaperras deberán pagar, por cada máquina ubicada en bares o cafeterías, 80.000 pesetas en cinco años (16.000 pesetas al año). Este nuevo impuesto, a pagar íntegramente por las empresas operadoras y no por los dueños de los locales, supondrá un ingreso para la Comunidad de 3.200 millones de pesetas en el próximo lustro (640 millones anuales). En la región hay aproximadamente 20.000 bares y cafeterías que disponen de máquinas recreativas, a razón de dos por local.Hasta ahora, las empresas del sector pagaban una tasa estatal y un recargo a la Administración autonómica, cuyo importe varía según la comunidad. El consejero de Hacienda, Antonio Beteta, explicó que este canon está, en el caso de la Comunidad de Madrid, por debajo de la media nacional, lo que justifica, en su opinión, la creación de un impuesto específico que compense la diferencia.

La Ley de Medidas Urgentes Fiscales y Administrativas sobre los juegos de suerte, envite o azar presenta además otra novedad: las autorizaciones para instalar máquinas recreativas en los locales no se concederán cada dos años, como hasta ahora, sino cada cinco. Este punto mereció fuertes críticas por parte de PSOE e IU, que consideran que la nueva ley favorecerá a los grandes operadores (los dueños de las máquinas) y penalizará a los pequeños bares y cafeterías, que quedarán "atados" a una misma empresa durante un lustro, sin poder negociar durante todo ese tiempo las condiciones de su contrato.

El portavoz de PSOE-Progresistas, José Manuel Franco, pidió que "una parte importante" de los 3.200 millones a ingresar por la Comunidad se destine a "políticas activas, de prevención y tratamiento, contra la ludopatía". Esa petición no pudo transformarse en enmienda, puesto que la ley se tramitó por el procedimiento de lectura única y, por tanto, sin debate previo.

Alcohol a menores

La Asamblea aprobó asimismo la ley que amplía de los 16 a los 18 años la edad mínima de acceso a las bebidas alcohólicas. A partir de ahora, las tiendas, supermercados o locales que vendan alcohol a menores de 18 años serán sancionados con multas de entre cinco y 50 millones de pesetas. El objetivo es, según el PP, frenar el progresivo aumento del consumo de este tipo de bebidas entre la población más joven.

La ley fue aprobada con los votos en contra de IU, que considera que "el límite de edad no soluciona nada" y la abstención del PSOE, que pidió medidas complementarias.