La Orquesta Sinfónica de Euskadi realiza en Argentina y Chile su gira más ambiciosa

La Orquesta Sinfónica de Euskadi (OSE) se convertirá a partir del 10 de mayo en embajadora del País Vasco en Sudamérica. El conjunto iniciará ese día en el Teatro San Martín de Córdoba, Argentina, la gira más ambiciosa de cuantas ha protagonizado hasta la fecha. Ofrecerá, junto al pianista Joaquín Achúcarro como solista, cinco conciertos en dicho país y uno en Chile, con los que busca difundir su trabajo y la obra de los compositores vascos.

La Orquesta Sinfónica de Euskadi ha ofrecido en sus 18 años de andadura cerca de 1.800 conciertos, ha intervenido en destacados festivales musicales y realizado giras por España, Alemania y Austria. Pero nunca se había embarcado en un proyecto que trasladara su música al otro lado del Atlántico. Por eso, el conjunto sinfónico entiende su gira por Argentina y Chile como la consecución de un sueño. Lo ratificó ayer el gerente de la orquesta Germán Ormazábal. "Este proyecto supone la culminación de un sueño que ha persistido en la OSE desde su creación en 1982" y que ahora se convierte en realidad tras dos años de muchos esfuerzos. "Ha sido muy difícil", reconoció, "montar una gira tan complicada". Las puertas se les abrieron irremediablemente por la presencia de dos destacadas figuras musicales en su programa; el pianista bilbaíno Joaquín Achúcarro y el director musical de la OSE, el británico Gilbert Varga. Su prestigio ha sido el que ha dado el empujón definitivo al proyecto y ha posibilitado la entrada de la formación vasca en importantes ciclos musicales argentinos y chilenos, en los que participarán orquestas y solistas de renombre internacional. Los presidentes argentino y chileno Fernando de la Rúa y Ricardo Lagos respectivamente, han confirmado su asistencia a los conciertos de la OSE en el emblemático Teatro de Colón de Buenos Aires y en el municipal de Santiago de Chile.

Compositores vascos

La gira, que se prolongará hasta el 18 de mayo, arrancará en el Teatro San Martín de Córdoba. La formación vasca ha escogido para la ocasión un programa dedicado en su primera parte a compositores vascos que incluye la obertura de Los esclavos felices, de J. M. Arriaga, y el Concierto en sol mayor para piano y orquesta, del vasco-francés Ravel. La elección no es gratuíta. La formación persigue en esta gira difundir su trabajo, pero también la obra de los creadores vascos. Busca además, según Gilbert Varga, dar a conocer "la vida cultural de este país", en países tradicionalmente vinculados a Euskadi por sus lazos migratorios. Para los bises, Varga se reserva bajo la manga entre otras, la interpretación del preludio de El caserío y la sexta de las Diez melodías vascas de Guridi, además de una de las Danzas húngaras, de Brahms.

La Orquesta interpretará el mismo programa en teatros argentinos de Rosario, Buenos Aires, Bahía Blanca y San Juan y en su cierre de gira en Santiago de Chile. Todo, bajo la supervisión de Varga, quien este mismo verano dirigió a la Orquesta Filarmónica del Teatro Colón en Buenos Aires, junto a Bruno Leonardo Gelber, uno de los pianistas más reconocidos. En esta ocasión, también comparte escenario con un gran solista: Achúcarro, que compagina en la actualidad un denso calendario de conciertos por todo el mundo junto con la docencia en una universidad norteamericana. El pianista y la Orquesta Sinfónica de Euskadi afinan durante estos días sus instrumentos para que el programa que han preparado brille en Sudamérica. El trabajo en común se está desarrollando de forma satisfactoria en los ensayos. "La OSE es una orquesta formidable por su disciplina y su nivel", dijo ayer Achúcarro. La preparación para los conciertos ha puesto de manifesto lo que les une. "A todos nos gusta tanto la música que nos morimos", señaló el pianista.