Un joven secuestra durante 15 horas un autobús en Japón y mata a una mujer

Un joven de 17 años, con antecedentes de enfermedad mental y armado con un cuchillo de 40 centímetros de hoja, mantuvo ayer en jaque a la policía japonesa después de mantener secuestrado durante 15 horas ayer un autocar en el que viajaba una veintena de personas en la ciudad japonesa de Saga, a unos 1.200 kilómetros al suroeste de Tokio. El secuestrador se hizo con el control del autocar poco después de salir éste de Saga a la una de la tarde (las seis de la madrugada, hora peninsular española) y obligó al conductor, a punta de cuchillo, a tomar rumbo hacia Tokio. Anoche, madrugada en Japón, fuerzas especiales de la policía asaltaron por la fuerza el autobús y liberaron con vida a los 10 pasajeros que aún quedaban a bordo del vehículo, entre ellos una niña de sólo cinco años. En el trayecto, el joven secuestrador hirió mortalmente a una mujer de 68 años, quien falleció después de ser trasladada al hospital de Hiroshima.

La policía dice desconocer el móvil del secuestrador. A lo largo del día, éste sólo solicitó algo de dinero, un arma de fuego, un chaleco antibalas, que le dejaran seguir hacia Tokio y un retrete portátil pues el autocar carecía de ese servicio. Durante la jornada, además, el captor fue permitiendo salir del autobús a los hombres, casi todos ilesos, mientras mantenía retenidas a las mujeres y sólo las fue liberando después de herirlas con su cuchillo.

Poco después de comenzar el secuestro, una mujer logró convencer al joven para que parara el autobús y la dejara ir al servicio. Escapó y alertó a la policía. Después lograron huir por una ventanilla otra mujer, de unos 30 años, y un hombre de 52. Aprovecharon para saltar cuando el autocar ralentizaba su velocidad para entrar en una autopista.

Captura en directo

Tras la denuncia del secuestro comenzó, para todos los japoneses, una larga jornada en la que la policía y la televisión siguieron al segundo la marcha del autocar. Durante toda la tarde, las cadenas de televisión japonesas ofrecieron la imagen del vehículo secuestrado flanqueado y sobrevolado por la policía y seguido por las cámaras. También retransmitieron el asalto policial.

Cinco horas después de comenzar el suceso, el captor hizo parar el autocar cerca de un túnel de la autopista y dejó salir a cuatro de sus rehenes, todos varones y uno de ellos herido. Después, la policía bloqueó la autopista y obligó al autocar a parar en un área de servicio. Allí, los agentes conminaron al captor para que dejara salir a tres mujeres a las que había herido en el cuello. Una de ellas, de 68 años y vecina de Saga, falleció a causa de sus heridas después de ser trasladada al hospital de Hiroshima. Posteriormente, en sucesivas paradas, el joven fue dejando salir al resto de los varones para seguir su camino. La policía localizó a los padres del secuestrador, quienes no pudieron convencer al joven para que se entregara.