Alberto Fernández exige a Pujol un pacto estable en el Parlament para toda la legislatura

El presidente del Partido Popular (PP) de Cataluña, Alberto Fernández Díaz, reclamó ayer a Convergència i Unió (CiU) un acuerdo parlamentario estable para la legislatura ante la "constatación" de que la coalición nacionalista no dispone de mayoría absoluta. El dirigente conservador pidió a CiU que mantenga una "actitud rectilínea" y evite "zigzaguear" en su política de alianzas. "Ahora le toca a Pujol mover ficha y definir las prioridades del Gobierno", añadió.El dirigente conservador echó mano de una de sus frases tradicionales -repetida antes de elegir la Mesa de la Cámara, antes de la investidura y antes del debate de presupuestos- y advirtió de que, tras la aprobación de las cuentas para 2000, su formación "pone el marcador a cero", es decir, el PP catalán no tiene ningún compromiso con el Ejecutivo de Jordi Pujol. Fernández Díaz aseguró que si CiU trata de repetir el esquema de la pasada legislatura -con pactos alternos con el PP y Esquerra Republicana-, su partido "también podrá optar y pasar a la oposición". "El PP tiene otras opciones", afirmó.

¿Significa esto que el PP está dispuesto a pasar a la oposición si CiU no atiende a su petición de negociar un pacto estable? El propio Alberto Fernández dejó claro que no forzará la situación. Su prioridad, dijo, es "garantizar la estabilidad". "No electoralizaremos la vida política catalana", subrayó Fernández Díaz, quien añadió: "No veo ninguna perspectiva de inestabilidad, entre otras razones porque la realidad es muy tozuda".

El presidente regional del PP no ocultó que el objetivo de su partido es tener una "capacidad de decisión e influencia trascendental" en la acción de gobierno de la Generalitat, aunque no especificó cómo debería concretarse su pretensión. La cúpula del PP de Cataluña considera que su precaria situación organizativa en esta comunidad se debe en buena parte a que el partido apenas ha tenido la oportunidad de gestionar en las instituciones catalanas y, en consecuencia, mostrar la utilidad de la formación ante los electores. El PP pretende que esto cambie en esta legislatura y cree que la mayoría absoluta de que dispone Aznar en el Congreso facilita las posibilidades de los conservadores en Cataluña.