Un error de cálculo obliga al Liceo a pedir más dinero a las administraciones

VIENE DE LA PÁGINA 1 El contrato programa firmado por el Liceo y las administraciones en abril de 1998 basó sus cálculos sobre un edificio que se inauguraría dejando pendientes para una segunda fase parte de las obras de reconstrucción. La decisión de finalizar todas las obras antes de la inauguración del teatro en octubre de 1999 y la previsión de una platilla de 278 trabajadores cuando actualmente son 308 personas las que trabajan en el coliseo, ha obligado al Liceo a pedir un aumento de un 7% de las subvenciones para poder hacer frente a la próxima temporada. Ayuntamiento de Barcelona, Ministerio de Cultura y Diputación piden discutir la necesidad de este aumento de aportaciones de dinero público al que hay que añadir el 3% del IPC fijado.

"Hay que estudiarlo con detalle, porque para el ministerio supone aprobar una partida extraordinaria en el presupuesto para hacer frente a este aumento, que a mí, personalmente, es razonable", dice Santiago Fisas, presidente del grupo municipal del PP en el Ayuntamiento de Barcelona y representante del Ministerio de Cultura en el Liceo. Un portavoz del Ayuntamiento aseguró que el municipio está dispuesto a habar del tema, pero indicó que ellos cumplen "escrupulosamente con lo establecido en el contrato programa". La Diputación dice que si se tienen que modificar las aportaciones hay que estudiarlo previamente. "Yo no digo que el aumento no esté justificado, pero si es así hay que discutirlo y estamos dispuestos a ello", dice Joan Francesc Marco, diputado de Cultura de la Diputación.

Ya el actual presupuesto, corespondiente a la temporada inaugural en curso, y que asciende, según las cifras facilitadas por el Liceo, a 5.673 millones de pesetas, difiere del previsto en el contrato programa en 679 millones de pesetas de más. De hecho, las cifras que especifica el contrato programa sólo coinciden en dos apartados: los gastos de personal, aunque el documento contempla 30 trabajadores menos de los reales, y los ingresos por venta de localidades. El resto de cifras presentan números a la baja, tanto en el apartado de gastos -225 millones menos en gastos generales y 171 en financieros-, como en el de ingresos -159 millones menos en subvenciones, que corresponde al IVA que el teatro paga por dichas subvenciones, y 234 en ingresos de mecenazgo-. A ello se anade la no contemplación de un pago de 267 millones de pesetas en concepto de alquiler del teatro, que la Fundación del Liceo, que explota el teatro desde el inicio de la actual temporada, paga al consorcio y que en realidad sirven para proveer a éste de fondos para asumir como propietario los gastos de mantenimiento de la estructura del edificio; así como los ingresos de 222 y 75 millones en concepto de explotación televisiva de los espectáculos y de alquiler de espacios del teatro, respectivamente.

Los errores de cálculo evidenciados en el contrato programa diseñado por el ex director general del Liceo, Josep Caminal, son a juicio de la actual directora provisional del teatro, Aurora Sanz, consecuencia lógica de un planteamiento hecho un año antes de que el teatro empezara a funcionar: "Es difícil hacer un cálculo exacto de los gastos de mantenimiento de un edificio antes de que funcione. El aumento del 7% de las subvenciones para el presupuesto de la próxima temporada está justificado y es la consecuencia de calcular este primer año de funcionamiento los gastos reales del edificio, de todo, sin que falten obras para ejecutar en una segunda fase como en un principio se planeó. Estos gastos de mantenimiento difícilmente son reducibles, pero tampoco tienen que crecer ahora que sabemos cuáles son realmente".

Sanz considera que aunque los gastos de estructura son elevados con respecto al monto total de presupuesto -en la temporada 1999-2000 ascienden a 3.457 millones-, éstos son los que deben pagar las subvenciones y conseguir que el funcionamiento de la temporada artística se autofinancie con los ingresos por taquilla, mecenazgo y otros, como está sucediendo en la primera temporada.

Uno de los gastos que el Liceo ha asumido al hacerse cargo la fundación de la gestión del teatro es el crédito que ésta pidió en 1997 para pagar parte de las obras de reconstrucción, que ascienden a 411 millones e hipotecan las cuentas del coliseo hasta el 2007.