Roma desmantela la diócesis de São Paulo, epicentro de la 'teología de la liberación'

La poderosa diócesis de São Paulo, regida por el cardenal Paulo Evaristo Arns hasta su jubilación, era el último reducto de progresismo religioso en dicho país, que cuenta con una de las conferencias episcopales más grandes de la Iglesia. El Vaticano sustituyó al cardenal con Claudio Hummes que está desmantelando pieza por pieza la construcción realizada por Arns.El primer paso ha sido el alejamiento de los obispos auxiliares, fuertemente comprometidos con los problemas religiosos, sociales y políticos de una de las diócesis más grandes del mundo, con 16 millones de habitantes, que es la capital financiera del Mercosur y está rodeada por uno de los cinturones de miseria más grandes de Latinoamérica.

Así, el obispo auxiliar Angélico Sãndalo Bernardino organizaba cada año el movimiento Grito de los excluidos, que se celebra en varios países de América. Uno de los líderes brasileños de la teología de la liberación junto con el teólogo Leonardo Boff, era, además, responsable de Pastoral Obrera de la Conferencia de los Obispos de Brasil (CNBB) y director del periódico de la archidiócesis, O São Paulo, reiteradamente censurado en la dictadura militar.