Experimentaclub nace con la voluntad de atraer música electrónica
El domingo inició su andadura Experimentaclub'00, una meritoria iniciativa (gratuita) que parte de algunos de los nombres más arriesgados de la música fuera de los canales convencionales. Javier Colís y Ajo, del grupo de rock experimental Mil Dolores Pequeños y responsables del sello independiente Por Caridad Records, junto al músico Javier Piñango, han concebido este festival de tres días, que acaba hoy, en el que actúan grupos de personalidad singular y rumbo a contracorriente, exhibiciones de música electrónica y DJ, perfomances y puestas en común acerca de temas como El apropiacionismo sonoro, Música improvisada libre o El fenómeno del MP3. Los recintos escogidos son también atípicos. La sala La Lonja de la histórica Casa del Reloj (Legazpi) acoge los debates por la tarde y la Nave de Terneras, en el mismo lugar, los conciertos. Entre las actuaciones han destacado la de la banda clásica en la mezcla de rock y poesía Mil Dolores Pequeños, autores del himno antiprohibicionista De la piel pa'dentro mando yo; la representación barcelonesa, con la presencia de miembros de la emblemática Orquesta del Caos; jazz electrónico con Raeo y pura transgresión sonora a cargo de Ignorant Nubla D, y grupos como IPD, Most Significant Beat y Proyecto Mirage y la DJ Morgana. Hoy actúa Beef, grupo destacado de rock independiente barcelonés.
Javier Colís explica Experimentaclub como "un festival necesario, que no existía; con vocación de dar a conocer una música que está aquí mismo, pero bastante dejada de la mano de Dios. En otros países europeos y EE UU hay más, pero aquí estábamos huérfanos". Para Colís, el punto de partida era que no estuviera dedicada a ningún género en concreto. "Pensamos que la experimentación o una heterodoxa actitud musical no tienen por qué responder a un estilo, por eso hemos pretendido reunir a compositores e intérpretes de música contemporánea, jazz, étnica, folclor revisionista, rock, electrónica..., que tienen en común no estar sujetos a cánones ni barreras estilísticas. Si se va libre de prejuicios a estos conciertos, uno puede comprobar que se lo puede pasar tan bien como en otros".
(www.experimentaclub.com)
