Un congreso intenta desterrar los tópicos sobre la figura de Carlos V "Su idea de Europa sigue vigente", asegura Fernández Álvarez
El congreso Carlos V, europeísmo y universalidad, que desde ayer reúne en Granada a 160 historiadores de 10 países, aspira a desterrar algunos tópicos sobre la figura del emperador, como su intolerancia con los protestantes y los infieles. En la conferencia inaugural, el académico de la Historia Manuel Fernández Álvarez aseguró que "la idea de Carlos V de una Europa unida y en paz sigue vigente".
El congreso, organizado por la Universidad de Granada y la sociedad estatal para la conmemoración de los centenarios de Felipe II y Carlos V, analizará durante cinco días la figura y la época del emperador Carlos V, cuando se cumplen 500 años de su nacimiento.El propósito de las jornadas, según su coordinador, Juan Luis Castellano, es "contrastar pareceres de los investigadores y llegar a una verdad histórica, y por tanto no absoluta", sobre el monarca. Castellano, catedrático de Historia Moderna, espera que el congreso sirva también "para desterrar muchos de los tópicos que, por pereza intelectual de los investigadores, existen sobre Carlos V".
Según el coordinador, "la intolerancia y mano dura que se atribuye al emperador ante los protestantes" no fue tal, "ya que éstos habían mostrado antes su intolerancia ante el mundo católico". Además, recuerda Castellano, "Carlos V intentó encontrar una solución al problema con Lutero mediante el diálogo".
Esta actitud conciliadora con los protestantes también fue resaltada por el catedrático y biógrafo del emperador Manuel Fernández Álvarez, autor del reciente libro Carlos V, el césar y el hombre (Espasa), en su conferencia inaugural.
Incumplido su sueño
El académico de la Historia definió al monarca español como "un político honesto y con sentido ético" y aseguró que su sueño de una Europa unida y en paz sigue estando de actualidad. "Pasó gran parte de su vida luchando por ajustar la Europa real -en guerra y dividida por la religión- a su Europa soñada, en la que deseaba paz entre los países y unidad religiosa para combatir al turco, el gran enemigo de la cristiandad".
Para lograr esa Europa, Carlos V comenzó por intentar pacificar España, "donde supo escuchar la voz de los comuneros vencidos", destacó Fernández Álvarez. Pero no pudo cumplir su sueño: "Quiso la cruzada contra el turco y nunca la pudo realizar, quiso la unidad espiritual y vio cómo avanzaba la herejía y quiso una Europa unida y los nacionalismos surgieron con fuerza", enumeró el académico como frustraciones de Carlos V.
A pesar de todo, Fernández Álvarez cree que Carlos V no fue un fracasado. "Éste es otro tópico que hay que revisar, ya que, por ejemplo, la unidad religiosa no estaba en su mano, sino en las de Roma y Lutero".
Castellano tampoco cree fiable el tópico de "un Carlos V ofensivo en la conquista de Túnez y Argel, intentando defender la cristiandad del infiel". A juicio de Castellano, "en la guerra de África el emperador lo que intenta defender son sus dominios patrimoniales. Argel y Túnez eran nidos de piratas que devastaban sus reinos".
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