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Ràdio 9 pierde el 60% de oyentes con la gestión del actual director

Ràdio 9, la emisora autonómica valenciana, ha perdido más del 60% de su audiencia desde la llegada a la dirección de la cadena de Anacleto Rodríguez, un veterano profesional que lejos de mejorar los resultados de la hermana menor de Canal 9 ha conseguido salpicar su mandato de despidos, expedientes disciplinarios y purgas de personal. La última oleada del Estudio General de Medios concede a Ràdio 9 42.000 oyentes diarios. Antes de la llegada de Rodríguez, 112.000 valencianos conectaban con la emisora.

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Jefes que he tenido

El sucesor de Francisco Mora al frente de Ràdio 9 remodeló totalmente la programación de la emisora pública en diciembre de 1998, pocos meses después de acceder, desde la subdirección, al puesto de mayor responsabilidad en la cadena. Rodríguez, un profesional de dilatada experiencia en el medio, apostó por las desconexiones provinciales, el cambio de los programas locomotora o la remodelación de los musicales para intentar mejorar el producto y ganar audiencia.Año y medio después del desembarco de Rodríguez, se puede discutir sobre la calidad de la programación, pero no sobre su repercusión entre el público: Ràdio 9 ha perdido el 60% de los oyentes que tenía antes de que el ex trabajador de la cadena Cope cambiara Madrid por Valencia. Así lo subrayan las estadísticas del Estudio General de Medios, que concedían 112.000 oyentes a Ràdio 9 en el último trimestre de 1998. Esa cifra descendió un 34%, hasta los 76.000 seguidores, en febrero de 1999, después de las primeras decisiones de Rodríguez que afectaron a la programación. En mayo ese número volvió a descender, en este caso hasta los 61.000 oyentes.

Casi un año después, Ràdio 9 no ha sido capaz de remontar el vuelo. Pese a que el pasado marzo la cadena presumía "de que la sociedad valenciana (...) reconozca los méritos de los profesionales que cada día trabajan por la radio en valenciano", los números son claros. La emisora autonómica está muy lejos de competir con las grandes cadenas de ámbito estatal, y ni siquiera los recientes fichajes de Rodríguez (Ximo Rovira al frente del magazine matinal, Paco Nadal o Gemma Juan y Juanjo Prats dirigiendo otro programa de entretenimiento) han conseguido cambiar la tendencia.

Con todo, Ràdio 9 no sólo tiene problemas de audiencia. Las relaciones del director con los trabajadores de la emisora ha sido más que tensa. Despidió a 29 trabajadores de la casa por, paradójicamente, los flojos resultados de los programas en los que participaban; ha marginado al personal teóricamente desafecto -supuestamente cercano al PSOE- al encomendarle los peores destinos y, en los últimos meses, se suceden los expedientes contra trabajadores: una periodista de Alicante y dos técnicos de Valencia son ejemplos de ello.

Este periódico intentó en reiteradas ocasiones ponerse en contacto con el director de Ràdio 9 sin que Anacleto Rodríguez atendiera las llamadas.

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Listas negras

¿Continuaría usted confiando en un gestor que ha multiplicado la plantilla de una empresa al tiempo que ha disminuido los beneficios de la misma? El comité de empresa de Ràdio Televisió Valenciana (RTVV) formuló esa pregunta el pasado julio al tiempo que daba la respuesta: obviamente, no. Los representantes de los trabajadores denunciaron entonces que Rodríguez empeoró los resultados de la cadena mientras aumentaba -de 90 a 140 empleados- la plantilla.

Los representantes del PSPV y EU en el consejo de administración de RTVV fueron más lejos al acusar a Rodríguez de fomentar la depuración ideológica en la empresa, de impulsar la creación de listas negras en las que se incluye a todo aquel refractario a someterse a la manipulación informativa. En este sentido, el último ejemplo podría ser el de Jaume Múñoz. Profesional veterano, especializado en la información parlamentaria, ha sido destinado a la redacción y locución de los boletines informativos después de sufrir una reprimenda por la cobertura que le dió al PSOE tras el último batacazo electoral de los socialistas.

El castigo del domingo

Un buen ejemplo de la política de personal impulsada por Rodríguez está en los informativos del fin de semana. Un espacio que tradicionalmente ha sido de importancia secundaria es ahora cubierto por cuatro de los pocos profesionales con plaza de funcionario. Por cuatro periodistas de experiencia y, en principio, utilizables de manera más eficiente en otras parcelas. No opina así el ex trabajador de la cadena COPE. Albert Vicent, jefe de informativos con el gobierno socialista; Pere Miquel Campos, trabajador de Ràdio Televisió Valenciana (RTVV) desde sus inicios, Antoni Fontelles, ex jefe de programas de Canal 9 y Manel Castañeda, que incluso ha trabajado en TV-3, aportan el oficio que les ha debido dar su experiencia en el espacio de actualidad más marginal. Vicent Mifsud, miembro del comité de empresa, tampoco ha salido beneficiado de su actividad sindical: perdió su condición de editor y conductor de un informativo.

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