La policía aumenta su presencia en una zona del Albaicín por la inseguridad En un mes se han registrado dos muertes, otros tantos intentos de violación y atracos

La Subdelegación del Gobierno en Granada ha decidido incrementar la presencia policial en la zona baja del barrio del Albaicín debido al incremento de atracos e intentos de violación que se han producido en el último mes. La zona, centrada en torno a la Cuesta de San Gregorio y la calle Calderería, es una de las de mayor atracción turística. La presencia, cada vez mayor, de vagabundos conocidos como pies negros, que increpan y amenazan a quien se niega a darles dinero, ha hecho que cunda el temor entre los vecinos.

En sólo un mes, en la zona se han producido dos muertes, aún no esclarecidas; varios heridos por arma blanca; dos intentos de violación sucesivos y varios atracos. Muchos turistas que acudieron a Granada durante las vacaciones de Semana Santa fueron objeto de robos, lo que ha provocado una ola de inseguridad ciudadana. Los vecinos han decidido convocar para el próximo jueves una concentración de protesta en la que demandarán una mayor presencia policial.Fuentes de la Subdelegación del Gobierno explicaron ayer que la Policía Nacional ya ha destacado patrullas permanentes en el Bajo Albaicín para evitar que sigan cometiéndose delitos en uno de los rincones más llamativos de la ciudad, tanto por su valor histórico como por la oferta turística existente.

La parte del barrio afectada está muy próxima a Plaza Nueva, una de las que mayor concentración de turistas tiene a lo largo de todo el año. En las calles próximas ha crecido un floreciente mercado de teterías de estilo marroquí que se han convertido en un gran aliciente para los visitantes. También han aparecido locales nocturnos, lo que ha atraído a parte de la delincuencia granadina.

Los principales problemas que se han planteado para los vecinos, según explicó ayer el presidente de la asociación del Bajo Albaicín, Manuel Navarro, son los traficantes de drogas que se sitúan por todas las esquinas y el incremento de la agresividad en los vagabundos.

Éstos, conocidos como pies negros, se suelen concentrar en grupos de hasta 30 personas para consumir alcohol durante muchas horas. Las borracheras suelen terminar en peleas entre los propios pies negros, quienes, además, comienzan a amenazar a todo transeúnte que no quiera darles dinero. Ya se han producido varios episodios de empujones y amenazas con navaja, lo que ha creado la alarma en el vecindario. "Muchas personas del barrio tienen serios problemas para pasar por la calle donde están ellos", señaló Navarro. "Las mujeres, sobre todo, son las que están mas atemorizadas. Es una situación verdaderamente insostenible ya", añadió.

La gota que ha colmado el vaso fue el intento de violación, el pasado martes, de una joven residente en el Bajo Albaicín. Al tener noticia de este hecho, los vecinos decidieron mantener una reunión para exigir soluciones a la Subdelegación del Gobierno. "Y precisamente, pocas horas después de esa reunión, supimos que habían intentado violar a otra chica, que salía de trabajar de una cafetería", dice Navarro.

Éste apostilló que el problema no atañe solamente al Bajo Albaicín, sino a todo el barrio. "Ya, al margen de lo que son agresiones explícitas", indicó, "en la zona de San Nicolás, en la parte alta, los vecinos tienen que soportar otro tipo de agresiones, como estar escuchando los tambores que tocan los vagabundos durante toda la noche o la agresividad de los perros que llevan".

Para el puente del Primero de Mayo se espera una gran afluencia turística en Granada, que vivirá la Fiesta de la Cruz durante los días 2 y 3, lo que hace que prácticamente toda la próxima semana sea fiesta en la ciudad. La policía incrementará sus dotaciones para evitar que prolifere la delincuencia.

Los alrededores de Plaza Nueva, y la propia plaza en sí, no son, por otro lado, completamente ajenos al fenómeno del botellón, lo que hace que, las noches de los fines de semana se produzcan altercados, roturas de cristales y peleas.

La gran congregación de gente en los locales nocturnos de las inmediaciones es también un poderoso atractivo para los traficantes, que han establecido en la zona uno de su principales puntos de reunión.