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CiU critica la inseguridad nocturna de Barcelona

El riesgo que corren los usuarios de la línea 4 del Metro de Barcelona a determinadas horas y en algunas estaciones cercanas a la Villa Olímpica fue uno de los ejemplos citados ayer por el portavoz de CiU en el consistorio, Josep Miró i Ardèvol, para ilustrar la inseguridad en algunos sectores de la ciudad. El grupo municipal de CiU en el Ayuntamiento de Barcelona considera que en algunas zonas donde se concentran locales nocturnos sobra violencia y falta vigilancia.La oposición nacionalista llevará hoy a la sesión plenaria un plan para combatir el desbarajuste que en su opinión registra la vía pública de la ciudad. De la cincuentena de medidas de que consta la ofensiva viaria de CiU, Miró adelantó poco, pero animó al gobierno local a que abra expedientes sancionadores a los establecimientos que incumplan los horarios o que superen los decibelios permitidos. A juicio de Miró i Ardèvol, no hay duda de que basta con la normativa vigente para combatir los abusos, pero se precisa la voluntad municipal de hacerla cumplir.

La sensación de impunidad para cometer determinados delitos que tienen quienes los llevan a cabo, en opinión de CiU, guarda relación con la falta de vigilancia.La ampliación de plantilla de la Guardia Urbana que defiende la oposición municipal salió a relucir en repetidas ocasiones ayer al referirse a los males que aquejan a la circulación en las calles barcelonesas. Para reforzar sus argumentos, Miró proporcionó un dato: "Con el dinero que se empleó en 1999 para pagar las horas extras de los guardias urbanos se podía haber contratado a 500 agentes nuevos".

En el negativo balance que CiU hace de cuanto acontece en la vía pública, su portavoz llegó a advertir que si no se corrige pueden alzarse voces que pidan la intervención del Cuerpo Nacional de Policía, tal como prevé la Carta Municipal para los casos de insuficiencia de los servicios municipales, lo cual, de producirse, "sería una vergüenza" para una ciudad como Barcelona, que se merece tener "un tráfico más civilizado".

Además de citar los riesgos a los que se exponen los viajeros de metro en las estaciones más frecuentadas por los noctámbulos -"de las que se conocen los nombres y las horas a las que sucede sin que se actúe para evitarlo"-, Miró recordó las 53 denuncias presentadas en dos días contra los locales que incumplían la normativa de horarios y de ruidos donde se realizaron inspecciones, y calificó la cifra de "escandalosa", que da la medida del "desbarajuste" reinante. "¿Qué pasa en Barcelona que allá donde miras encuentras 53 infracciones?", se preguntó el edil convergente.

Miró recriminó al alcalde, Joan Clos, que se escude en el hecho metropolitano o en el futuro despliegue de los Mossos d'Esquadra para rehuir las preguntas sobre el brutal asesinato de un joven ocurrido recientemente en la Villa Olímpica, "obviando lo esencial, como que el lugar de los hechos fue Barcelona". Miró también criticó el secreto que Clos ha mantenido sobre el desfile militar del próximo 27 de mayo, que es, a juicio del concejal convergente, "una práctica decimonónica" y un "disparate" que divide a los barceloneses y que no beneficia al Ejército.

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