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Bruselas denuncia a España porque Telefónica utiliza sus tarifas para bloquear la competencia

El comisario europeo de Competencia, Mario Monti, anunció ayer que la Comisión Europea enviará a España una carta de emplazamiento -paso previo a la apertura de un expediente sancionador- porque Telefónica presta sus servicios de telefonía por debajo de los costes reales del servicio con objeto de frenar la competencia. Los servicios de la Competencia de la Comisión Europea consideran que el abono mensual (1.442 pesetas más un 16% de IVA) que cobra Telefónica por los 19 millones de líneas que tiene instaladas en España es "artificialmente bajo" y no cubre los costes, mientras que las llamadas locales (dentro de la misma ciudad) son "excesivamente altas". Así lo expresaron los portavoces de Monti tras presentar éste la denuncia. De ese modo, Telefónica se aprovecha de la inexistencia de redes alternativas y desincentiva la entrada de nuevos operadores.Bruselas enviará al Gobierno español la carta de apercibimiento para que adopte las medidas oportunas para establecer el equilibrio de tarifas (subir la cuota fija y bajar el precio de las llamadas). "Al final esto debería suponer un cambio importante para la factura de los consumidores", afirmó Michael Tscherny, portavoz de Monti. La carta es el primer paso de los tres que componen el procedimiento de infracción de la normativa europea sobre Competencia. Las denuncias afectarán también a Alemania e Italia.

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La Comisión ha decidido enviar las cartas a Italia, España y Alemania "porque no garantizan que las tarifas para servicios de telefonía local de los operadores dominantes se basen en los costes", explicó Mario Monti. "Si las tarifas del operador histórico no se reequilibraron debidamente en su momento y no se eliminó el déficit de acceso, la apertura de la red local resulta más difícil y podría llevar a una compresión de los márgenes en el ámbito de las tarifas minoristas del usuario final", dijo.

Aunque la consecuencia de ello podría ser que el Gobierno debería imponer un aumento de las tarifas de Telefónica y, especialmente de la cuota mensual, tal como ha solicitado la compañía, fuentes de la Comisión subrayaron ayer que hay "muchas otras alternativas" para acabar con ese desajuste sin necesidad de aumentar tarifas.

[El secretario general de Comunicaciones, José Manuel Villar, aseguró ayer a Europa Press que el Gobierno "no va a subir ni una peseta más de lo previsto la cuota de abono de Telefónica" y recordó que el Real Decreto Ley de medidas contra la inflación, aprobado el pasado 16 de octubre, ya fijaba una subida de 300 pesetas que se aplicará en tres tramos de 100 pesetas: el 1 de agosto de este año, el 1 de marzo de 2001 y el 1 de agosto de 2001. Villar aseguró que tampoco se tocarán las llamadas locales, ya que estas bajarán por efecto de la competencia. El Gobierno tiene previsto imponer a Telefónica un régimen de precios máximos a partir del próximo agosto].

Bruselas pretende que Madrid, Berlín y Roma cumplan el requisito de eliminar el llamado déficit de acceso, tal y como es obligatorio desde finales de 1998. "No es el caso de Telefónica, tal como ha reconocido el Gobierno español", señalan fuentes de la Comisión Europea. El principio del déficit de acceso significa que los ingresos que registra un antiguo operador público en materia de telefonía vocal deben ser proporcionales a los gastos que soporta por el mantenimiento de la red. En el caso de Telefónica, los ingresos son inferiores a los gastos en las llamadas locales. La compañía denunció en diciembre de 1999 al Estado español ante la Comisión al pedir a esta que intercediera ante el Gobierno español para que autorizara un alza de las tarifas locales.

Bruselas defiende que los precios de conexión deben ser altos pero los precios de las llamadas deben ser bajos. Ése es el esquema ideal para fomentar la entrada de nuevos competidores en el mercado al dificultar la fidelización de los clientes de los antiguos monopolios y al mismo tiempo reducir el coste de la telefonía local, un elemento que se considera básico para fomentar el uso de Internet. Además, la Comisión sostiene que si hay un déficit en telefonía local es porque hay un superávit excesivo en otros segmentos de la actividad de Telefónica que permiten cubrir ese déficit.

Bruselas defendió ayer la posibilidad de acercar los ingresos a los costes aplicando soluciones alternativas a la subida de tarifas como pueden ser las tarifas diferenciadas en función del origen social o territorial, las ofertas de precios por cierto número de llamadas, etcétera. "Nosotros no podemos decir a los Estados cómo deben hacerlo", advirtieron desde la Comisión.

Mayor concurrencia

El principal problema para Bruselas es que puede parecer que esté exigiendo un aumento de las tarifas locales de los viejos monopolios precisamente cuando acaba de lanzar una vasta campaña para conseguir que baje el precio de la telefonía local en Europa. Pero el problema a corto plazo es que si las tarifas de telefonía local de los operadores dominantes son muy bajas, es muy difícil que estos puedan perder mercado.

Bruselas volvió a pedir ayer a los Estados que tomen las medidas necesarias para que los antiguos monopolios del sector abran la red de telefonía local de hilo de cobre a otros competidores antes del 2001. Mario Monti, explicó junto al comisario de Empresa y Sociedad de la Información, Erkki Liikanen, que existe una sinergia entre la política de competencia y la de telecomunicaciones "para llevar a cabo una liberalización efectiva". Monti anunció que Bruselas está dispuesta a actuar contra los titulares de las redes locales cuando se nieguen a llegar a acuerdos de acceso con otros competidores.

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