Fuerte respaldo a la causa latinoamericana
La inmensa mayoría de los manifestantes de ayer era gente joven, integrada en una quincena de organizaciones acogidas bajo el paraguas de Movilización por la Justicia Global. Entre ellas hay varias volcadas en la situación de Latinoamérica, tradicional campo de intensa acción del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial (BM), como México Solidarity Network y Nicaragua Network. La Embajada de México en EEUU, muy próxima al Banco y al Fondo, ha visto estos días muestras de apoyo a los zapatistas.Carlos Noriega, viceministro de Hacienda mexicano, decía ayer que la calle no es el lugar para discutir la reforma y los objetivos del Fondo y del Banco. "Es cierto que dentro y fuera se reconoce la necesidad de reformar ambas instituciones, pero el modo de analizar y de hacer esas reformas debe ser un modo organizado", decía.
No lejos de él, los manifestantes clamaban contra el FMI y el BM, vistos como "los agentes de las grandes corporaciones", según John, un joven de Nueva York. "Hacen como la Mafia, dan dinero y luego tienen a los países dominados. Es una política colonial".
Crudas comparaciones
El profesor Sage se mojaba junto a una pancarta en la que se leía "Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial, Organización Mundial de Comercio, Escuela de las Américas, una gran y feliz familia. Cerradlas". La Escuela de las Américas formó en los años setenta a los militares que aplicaron en América Latina la sangrienta política de la seguridad nacional. Sage, ya jubilado en la Universidad de Syracuse, lo ve todo como distintas facetas del mismo fenómeno de dominación. Es consciente de las limitaciones y potenciales de movimiento: "Se trata de llamar la atención. No creo que esto tenga un impacto serio en la reunión, pero atrae a la prensa, y eso es importante". Duda Sage que la mayoría de los activistas sepan qué son el Fondo y el Banco Mundial.
El sexagenario activista, que pasó seis meses en la cárcel en 1988 por su protesta ante la sede de la Escuela de las Américas en Georgia (EE UU), establece comparaciones entre la revuelta de los años sesenta en Estados Unidos y ésta. "Entonces se luchaba por los derechos civiles y ahora es más amplio, se lucha por los derechos humanos. Además, se piensa más en lo internacional que en este país".
[Los manifestantes advirtieron de que su siguiente objetivo será Japón, donde se llevará a cabo la cumbre del Grupo de los Ocho, (G-7 más Rusia) en julio próximo. "Tomaremos acciones similares en Okinawa", dijo Carolina Aranllo, vicepresidenta de la organización no gubernamental Bayan, con base en Filipinas].
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