Política de paternidad

(...) Desde que Cherie, la esposa del primer ministro británico Tony Blair, anunció el mes pasado que deseaba que éste se tomara un permiso para que ayudara en el cuidado de su cuarto hijo, que se espera nazca en mayo, Blair ha desempeñado de forma melodramática y sumamente pública el papel de Hamlet: "Sinceramente, no sé qué hacer", declaró en una entrevista. (...) Hay razones para que esto sea así. Para Blair, como para Clinton, lo personal siempre es político, y dar pábulo a todo este alboroto sobre el niño es una bendición política. El barullo de Downing Street sobre su próximo hijo ha aumentado la popularidad de Blair entre los jóvenes suburbanos que constituyen ahora la espina dorsal del Partido Laborista, así como entre los miembros de la generación del baby boom que van envejeciendo. (...) Blair ha utilizado esta popularidad para lanzar una nueva ley, respaldada por los laboristas, que concede a todos los padres 13 semanas de permiso no remunerado durante los primeros cinco años de vida del niño. Recientemente, Blair ha presionado para ampliar la medida con el fin de que el permiso paterno sea remunerado y las nuevas madres puedan reincorporarse a la vida laboral trabajando a tiempo parcial. (...) Ése es el secreto de la política de la tercera vía: en una época de prosperidad, los votantes desean que sus gobiernos respondan y compartan sus problemas, pero sin que interfieran. (...) La iniciativa laborista del permiso paterno tendrá un mero valor simbólico. Pero los símbolos son importantes. (...) Romesh Ratnesar

Nueva York, 17 de abril