Expertos en nuevas tecnologías supeditan su uso a la educación presencial en Forma't

La educación no puede escapar a la globalización de las nuevas tecnologías, pero la simple conexión a Internet no resuelve el problema de la calidad en la enseñanza. Ésta es la conclusión que comparten José Luis Meliá, vicedecano de la Facultad de Psicología de la Universidad de Valencia; Jesús Suárez, de Ciencias de la Educación; y Manuel Esteve, ingeniero en telecomunicaciones y responsable del proyecto de Universidad Virtual de la Politécnica de Valencia, que participaron el viernes en las I Jornadas sobre Educación y Nuevas Tecnologías organizada por Patricio Montesinos del área de Formación Continua de la Politécnica, en el marco de la feria educativa Forma't, que concluye hoy. "La formación presencial sin duda está por encima de los métodos de telemáticos de enseñanza", resume Esteve, para quien "la tecnología en sí misma, no tiene ningún valor, ni sustuirá nunca al libro". Esteve defiende, sin embargo, las posibilidades que ofrece la telemática como herramienta de trabajo. "Es un soporte del que se debe hacer uso", que ha demostrado su eficacia en los distintos métodos de formación a distancia que se han ensayado ya, tanto mediante el sistema de videoconferencia como a través del soporte Internet.

En esa dirección, Suárez asegura que "el papel de los profesores, seguirá siendo clave". Sin embargo, apuesta por la implantación gradual de la sociedad de la información, tanto a nivel educativo como de organización empresarial. Algo que, a su juicio, exige "un rediseño" de las políticas y de los sistemas de organización actual. "No basta, con declaraciones del tipo 'ya hay ordenadores en todos los centros".

Democratizar la formación

Al contrario, desde su óptica de pedagogo, Suárez afirma que la generalización del uso de la teleformación "exige una mayor participación de parte de todos los sectores implicados en los procesos educativos [Administración y profesorado], pero sobre todo un mayor protagonismo de los estudiantes". En resumen, "se requiere de una mayor democratización de la formación".

La puntualización no proviene de una reflexión aislada. El propio vicedecano de la facultad de Psicología de la Universidad de Valencia, alertó sobre el riesgo del control del uso de la red, tanto por parte de la Administración como en la estructura tradicional de un departamento, con un ejemplo surgido en el seno mismo del departamento de Psicometría, cuando la directora se opuso a que se colgaran en la web del departamento los trabajos de investigación de los profesores, pero sí el suyo.

Meliá defendió a capa y espada "el espacio de libertad que representa la red" y expuso como símbolo de la capaciddad infinita para difundir el conocimiento que supone Internet, la experiencia que supuso para un grupo de profesores la puesta en red de una revista editada en valenciano la buena acogida que ha tenido en equipos de trabajo de Chile. "Hasta este momento, las culturas minoritarias, como el valenciano, nunca habían tenido la misma capacidad de expresarse y el mismo nivel de influir que una empresa o un gobierno".

Pese a las ventajas que ofrece el sistema de teleenseñanza y de comunicación por Internet, la preocupación generalizada entre los 200 profesores de enseñanzas medias que asistieron a las jornadas reside en la falta de material curricular y de formación por parte de la Administración. La "telefobia", concepto acuñado por uno de los profesores participantes, es un hecho palpable entre la comunidad docente que no se puede excusar. El sistema educativo valenciano, requiere, a juicio de los tres ponentes, un mayor apoyo, tanto de capital humano como en recursos, para resolver el traumático proceso de reciclaje a que está sometido un profesorado que considera que acaba de salir "de la Edad de piedra (el uso de la tiza y la pizarra)" y que se ha visto " metido de golpe en Internet".