Serra se enteró de la venta de Santa Bárbara un día antes de realizarse
El ministro de Defensa en funciones, Eduardo Serra, reconoció ayer que conoció la decisión de adjudicar la privatización de la Empresa Nacional Santa Bárbara al grupo estadounidense General Dynamics sólo un día antes de que se produjera. El ministro de Industria, Josep Piqué, negó ayer, sin embargo, que haya habido un enfrentamiento con el departamento de Serra, que apostaba por un consorcio de origen alemán. El nuevo propietario se ha comprometido a ejecutar el programa Leopard.
Defensa prefería, hasta hace dos días, vender Santa Bárbara al consorcio alemán formado por Krauss Maffei y Rheinmetalla, en coherencia con su apuesta por construir una industria de defensa europea. Pero ayer, una vez cerrado el acuerdo, sus reticencias se convirtieron "en un nuevo concepto de seguridad europea vinculada a EE UU", dijo el secretario de Estado de Defensa, Pedro Morenés, durante la firma del contrato.Los responsables de Industria y Defensa pusieron mucho énfasis en la buena sintonía entre los dos ministerios. "Es difícil pensar que exista mayor grado de cooperación", dijo el ministro de Industria, Josep Piqué. Pero el hecho es que el Ministerio de Defensa se encontró con el acuerdo para vender Santa Bárbara a una empresa estadounidense prácticamente cerrado. Piqué y el presidente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), Pedro Ferreras, plantearon a Eduardo Serra la opción norteamericana 24 horas antes de que se anunciara.
El compromiso de General de Dymanics por continuar con el programa Leopard no despeja del todo el horizonte. La firma fabrica el carro de combate M1A1 Abrams, principal competidor de Leopard, producido por las dos empresas alemanas. Además, el Gobierno alemán todavía no ha aprobado la licencia, según Serra, y la derrota del consorcio Krauss Maffei y Rheinmetalla podría influir en la decisión. Este programa, por el que Santa Bárbara suministrará 219 carros de combate y 463 vehículos blindados hasta 2009, supondrá una facturación de 318.000 millones de pesetas.
Según el contrato, General Dynamics, que pagará 1.000 millones de pesetas por Santa Bárbara, se compromete a aportar 13.800 millones de pesetas en facturación en los próximos cuatro años, principalmente por pedidos procedentes de EE UU. Además, el grupo estadounidense mantendrá los 2.022 trabajadores de las ocho factorías durante cinco años y prevé incrementar la lantilla en 135 empleos hasta 2003. El contrato incluye que los terrenos e instalaciones sigan formando parte del patrimonio de Defensa.
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