El Gobierno de Francia muestra su apoyo a la ONU para la realización del referéndum

El enviado especial de la ONU para el Sáhara Occidental, James Baker, se entrevistó ayer en París durante una hora con el presidente de la República, Jacques Chirac, pero ni uno ni otro hicieron declaraciones. El ministro de Exteriores, Hubert Védrine, eso sí, afirmó que Francia "sostiene los esfuerzos de Naciones Unidas para la organización de un referéndum en Sáhara Occidental". La declaración del jefe de la diplomacia francesa resultaba ayer doblemente oportuna porque, horas antes, el Observatorio Internacional del Referendo sobre el Sáhara Occidental había vertido una serie de sombras sobre la voluntad real de Francia y del resto de las potenciales mundiales en la resolución del problema. "Hay una ley de silencio internacional en torno a la cuestión del Sáhara Occidental, nadie parece dispuesto a presionar a Marruecos para que acepte el censo electoral establecido por los expertos de la Minurso [Misión de Naciones Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental] y el referéndum planteado por la ONU", denunció el Observatorio como resultado de la visita que cursaron los pasados 30 y 31 de marzo a la sede la ONU en Nueva York.

Tras su entrevista con el secretario general adjunto de Naciones Unidas, Bernard Miyet, y con los embajadores de las principales potencias comprometidas, los delegados del Observatorio han llegado a la conclusión de que el Gobierno de EEUU trata de buscar un "arreglo político" más allá de la cuestión de la consulta. "Es como si lamentaran que los expertos que han establecido el censo electoral saharaui hayan hecho tan bien su trabajo. El responsable norteamericano nos insistió en la idea", aseguraron, "de que el problema del Sáhara ya ha costado demasiado dinero".