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El 'Mayo Florentino' de 2000 regresa a la brillantez de las primeras ediciones El día 19 arranca con 'La Traviata', bajo la batuta de Zubin Mehta

Los ingredientes han sido mezclados con sabiduría para convertir la edición 2000 del Maggio Fiorentino, festival de ópera, música y ballet, en una cita memorable. Su 63ª edición, que se alterna con la temporada de la Scala de Milán, será inaugurada por todo lo alto el próximo día 19 con una innovadora versión de La Traviata, bajo la batuta de Zubin Mehta, que debutó en este mismo teatro hace 36 años con esa gran ópera de Verdi.

La organización del teatro comunale (es decir, municipal) de Florencia ha decidido regresar a la brillantez de temporadas iniciales, incluso en el protocolo indumentario. Se exige ropa de etiqueta a todos los invitados a la cena de gala que seguirá a la inauguración de esta edición, a la que asistirá el presidente de la República, Carlo Azeglio Ciampi. El plato fuerte en esta ocasión especial es una Traviata proustiana, dirigida por la directora cinematográfica Cristina Comencini, que abandona la cámara por el escenario austero de Florencia. Se trata de un aperitivo musical en vista del homenaje que rendirá el Maggio el año próximo a Giuseppe Verdi.El español Juan Pons alternará en el reparto con Marcelo Álvarez, en esta Traviata, que tendrá a su vez dos Violetas: Mariela Devia, que encarnará a la trágica cocotte en la jornada inaugural, y Svetla Vassileva, que se alternará con ella en las restantes representaciones. El Maggio presenta en coproducción con Estrasburgo, pero en calidad de primicia absoluta, Impressions d'Afrique, la ópera de Giorgio Battistelli basada en la novela homónima de Raymond Roussel, escritor objeto de un homenaje especial este año. Con Impressions regresa al teatro Communale Battistelli, un veterano del festival de Mayo, tras la reciente puesta en escena de Teorema. Impressions será representada bajo la dirección musical de Luca Pfaff y la dirección escénica de Georges Lavaudant.

Una Roma moderna

El capítulo operístico se completa con otras dos producciones de excepción: La coronación de Popea, con la que el director teatral Luca Ronconi concluye la trilogía de Monteverdi, al tiempo que se inician los fastos del cuarto centenario del nacimiento del melodrama, y Eugenio Onegin. La ambientación de Ronconi sitúa la obra en una Roma moderna, repleta de ruinas que se identifican con la cultura actual; la dirección musical corre a cargo de Ivor Bolton, que dirige un conjunto eminentemente italiano. Abrumadoramente ruso, en cambio, el reparto de la cuarta ópera en programa, Eugenio Onegin, de Chaikovski, dirigido musicalmente por Semion Bychkov y con dirección escénica de Alexander Schulin.

Del 19 de abril al 29 de junio (un Mayo ampliado), el festival propone un número abrumador de citas musicales. Este año habrá un solo ballet, de insospechado autor: Campi Magnetici, compuesto por el cantautor italiano Franco Battiato (que aborda así su primera experiencia en el territorio de la danza) y con coreografía de Paco Decina. Tanto el ballet como la ópera de Chaikovski serán retransmitidos por la radiotelevisión pública italiana RAI.

El programa incluye, además, una larga lista de conciertos a cargo de solistas de relieve como el pianista Maurizio Pollini, y una serie de encuentros especiales en los que se abordarán en profundidad temas relacionados con cada una de las óperas representadas.

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