Escepticismo y sorpresa en Seúl ante el histórico anuncio

La noticia de que Corea del Sur ha conseguido el mayor avance diplomático en medio siglo de estado de guerra con Corea del Norte, su extrañado y empobrecido hermano gemelo, alcanzó ayer a todos en Seúl, la capital, y no dejó a nadie indiferente. Desde los expertos en sus institutos de estudios hasta los trabajadores apresurados, todos los surcoreanos estaban ayer sacudidos por una diplomacia secreta cuyo fruto, anunciado simultáneamente por los dos países, será la cumbre de los dos presidentes."Hablando francamente, nadie se imaginaba a Corea del Norte diciendo 'sí' a una cumbre ahora mismo", dijo Cho Dong Ho, jefe de estudios económicos norcoreanos del Instituto de Desarrollo de Corea, un grupo de investigación privado. "Todos hemos sido profundamente sorprendidos".

La primera reacción fue positiva en casi todas las instancias, pero estuvo acompañada de complejos sentimientos y ansiedades que son la herencia de una historia compartida de horrible violencia durante la guerra, de duro enfrentamiento ideológico y de unos destinos económicos totalmente contrapuestos.

"¿Cree de verdad que estos países se unificarán alguna vez pronto?", se preguntaba Han Kyoung Oik, una mujer de 51 años que se preparaba para coger el tren a Pusan, al mediodía. "Para la gente de mi generación, es una buena noticia. Pero los jóvenes han crecido bien en este país, sin problemas, y ahora temo que los del Norte, que han pasado por tanto, nos desborden". Y es que el periodo desde junio de 1950, cuando se inició la guerra que dividió a los dos países, ha coincidido con un giro extraordinario de las fortunas de los dos países. Aunque al principio Corea del Norte (estalinista) era más próspera, en los setenta Corea del Sur empezó una aceleración que la ha colocado en uno de los puestos más brillantes y dinámicos del mundo.